La subasta del mercado eléctrico de este martes será la primera en aplicar el mecanismo que fija un límite de 40 euros por megavatio en el gas utilizado para generar electricidad, lo que permitirá rebajar el recibo de la luz entre un 15 y un 20% desde el miércoles.
Este tope al gas, conocido como la excepción ibérica, es una medida que supondrá un coste para los consumidores de 8 400 millones de euros que se destinarán a subvencionar a los ciclos combinados, de los que 6.300 millones serán asumidos por los españoles. Eso sí, el ahorro logrado en la factura eléctrica será mucho mayor.
Para dar su visto bueno a esta iniciativa, que ya fue convalidada por el Pleno del Congreso de los Diputados, la Comisión Europea reconoció que las economías española y portuguesa están experimentando una grave perturbación por su aislamiento energético del resto de Europa, que se ha incrementado tras la invasión de Ucrania.
Bruselas permite ahora la adopción de medidas temporales de emergencia para reducir los precios al contado del mercado de la electricidad en favor de las empresas y los consumidores, que no afecten a las condiciones comerciales en una medida contraria al interés común.
Esta medida se aplicará hasta el 31 de mayo de 2023. La modalidad de la ayuda será el pago de una subvención directa a los productores de electricidad con el fin de financiar una parte de sus costes de combustible.
El pago diario se calculará como la diferencia de precio entre el precio de mercado del gas natural y un límite máximo del precio del gas fijado en una media de 48,8 euros por megavatio durante el período de vigencia de la medida.
Más concretamente, durante los seis primeros meses de aplicación de la medida, el límite de precio efectivo se fijará en 40 euros. A partir del séptimo mes, este límite se incrementará mensualmente en 5 euros al mes, lo que dará lugar a un límite de precio de 70 euros en el duodécimo mes.
Se financiará también con las rentas de congestión, obtenidas por el gestor de la red de transporte español como resultado del comercio transfronterizo de electricidad entre Francia y España.
El precio de la electricidad resultante tras aplicar el mecanismo dependerá, principalmente, del precio del gas en el Mercado Ibérico del Gas (MibGas) y del precio del CO2.
Considerando 96 euros por megavatio para el gas y 80 euros tonelada para el CO2, el mecanismo dejará el precio medio del pool en menos de 130 euros por megavatio durante los 12 meses, frente a los más de 210 euros que se registrarían en su ausencia.
Esta reducción beneficiará a todos los consumidores de electricidad, tanto a los que tengan contratos con precios variables, indexados al pool -como el PVPC-, que lo notarán inmediatamente, como a los que tengan contratos con precios fijos, que lo percibirán si los renuevan o los cambian durante el año de vigencia del mecanismo. Únicamente los consumidores con contratos a precios fijos a largo plazo que venzan después del año de aplicación de la medida no se verán beneficiados.
Así, el 37% de los hogares, acogidos al PVPC, experimentarán una reducción inmediata en las facturas. En el caso de la industria, la rebaja dependerá del grado de indexación al pool de sus suministros energéticos, normalmente mayoritarios. Para los demás consumidores, con contratos de precio fijo, la rebaja final dependerá de las condiciones pactadas con la compañía eléctrica, pero obtendrán precios más bajos porque la medida reduce los precios mayoristas que sirven de referencia.
Este efecto reductor en cascada también ayudará a contener el IPC, afectado por las tensiones en los costes energéticos. El Gobierno estima que permitirá reducir la inflación hasta en un punto porcentual.