Los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) fracasaron hoy en su intento de lograr un acuerdo político sobre las reglas de los futuros rescates bancarios en Europa y decidieron volver a reunirse el próximo miércoles.
Así lo aseguró el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, al término de una intensa reunión que se extendió durante 21 horas en las que el llamado Ecofin no logró ponerse de acuerdo sobre la futura directiva de reestructuración y resolución bancaria de la UE, que pretende que sean los bancos y los acreedores los que paguen la factura en casos de quiebras y no los contribuyentes.
"Estamos cerca de un acuerdo pero aún no estamos definitivamente ahí y por eso hemos decidido no forzar nada y volver a reunirnos el miércoles", señaló Schäuble, quien se mostró confiado de lograr la próxima semana "un buen resultado".
La reunión se celebrará un día antes de la cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno de la UE, en un escenario similar al que ya ocurrió cuando tuvieron que cerrar "in extremis" en diciembre pasado el supervisor bancario único antes de un Consejo Europeo.
El objetivo de la directiva es establecer una jerarquía que aportará claridad en el futuro sobre qué acreedores y en qué orden pueden verse sometidos a quitas, empezando por los accionistas, deuda subordinada y bonos júnior y sénior y finalmente depósitos no asegurados.
Asimismo, se quiere evitar que se repitan casos como el de Chipre, cuando el Eurogrupo impuso inicialmente una tasa especial a los depositantes de menos de 100.000 euros, provocando una polémica sin precedentes en la isla y en otros países de la eurozona por considerar que se rompía la normativa europea relativa a la garantía para los pequeños ahorradores.
El ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, señaló a la salida de la reunión que "los depósitos de menos de 100.000 euros están absolutamente cubiertos, así como los depósitos de más de 100.000 en manos de pymes y personas físicas".
Donde los ministros se han "atascado", explicó, es en el porcentaje de pasivos de los bancos que pueden sufrir pérdidas y en el de los que pueden ser eximidos o parcialmente excluidos en circunstancias excepcionales y bajo estrictas condiciones.
En la última versión del texto que negociaron los ministros se establece que el monto máximo de pasivos que podría ser eximido equivale al 5 % del total de pasivos del banco.
No obstante, esta exclusión solo puede ser aplicada después de que un 8 % del total de pasivos -incluyendo los fondos propios- haya sido sometido a quitas y solo si el dinero que falta entonces para rescatar el banco está cubierto por otras vías de financiación, otros acreedores o tasas sobre la banca en un plazo de tres años.
Además, la Presidencia irlandesa propuso vincular esa flexibilidad nacional al tamaño de los bancos en dificultades y al tamaño de los fondos nacionales de resolución que se crearán en los Estados miembros.
Estos fondos nacionales pueden ser nuevos o juntarse con los fondos de garantías de depósitos, deben ser financiados con aportaciones de las entidades financieras y alcanzar un cierto nivel de cobertura.
La UE estudia también introducir una salvaguarda para evitar una fragmentación del mercado interior, de manera que la Comisión Europea (CE) tendría que ser informada por parte de las autoridades de resolución nacionales antes de una exclusión de pasivos e incluso tener poder de veto si no la ve viable o supera un porcentaje del total de pasivos.
El ministro irlandés de Finanzas, Michael Noonan, que presidió las negociaciones, justificó el fracaso del encuentro diciendo que todos sabían que "iba a ser una reunión muy difícil", aunque destacó que los trabajos han permitido acercar posiciones entre los países.
De Guindos aseguró, además, que España hubiera preferido lograr hoy un acuerdo porque se siente "cómoda" dentro de los márgenes barajados, pero se mostró convencido de que será posible superar las dificultades en la reunión del próximo miércoles.
"Lo importante fue (el acuerdo cerrado el jueves sobre) la recapitalización directa a través del fondo de rescate permanente, por eso estoy convencido de que vamos a llegar a un acuerdo, ya estamos en cuestiones técnicas", dijo.
La ministra danesa, Margarethe Vestager, recalcó que la UE debe tener en cuenta la diferente situación de los países de fuera del euro, que no pueden acceder al fondo europeo de rescate, algo sobre lo que su homólogo galo, Pierre Moscovici, mostró comprensión.
"Creo que estamos muy cerca de un acuerdo, incluido en los parámetros de la flexibilidad. Nos hace falta una flexibilidad, en eso nos hemos puesto de acuerdo y hace falta que tenga un límite, por lo que tenemos que definir su amplitud y su tope", recalcó también.