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El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha empeorado de formar considerable su previsión de déficit público para España en 2013 y 2014 hasta el 6,6% y el 6,9%, respectivamente, según recoge la edición de primavera del informe 'Fiscal Monitor' elaborado por la institución, que prevé que este desajuste no se sitúe por debajo del 5% antes de 2019.

Las nuevas previsiones presentadas por el FMI empeoran las publicadas en la edición de octubre del informe en nueve décimas para este año y en 2,3 puntos porcentuales las del próximo.

El Fondo, explica que, aunque está prevista más consolidación fiscal para 2012, ha decidido revisar a la baja considerablemente sus datos como reflejo de una peor perspectiva en el desempleo y ante la falta de medidas específicas en el medio plazo.

En esta misma línea, también ha empeorado significativamente sus previsiones de déficit estructural, que cerrará 2013 en el 4,2%, un punto por encima de lo que esperaba en octubre, para después repuntar al 5,1% en 2014, 2,4 puntos porcentuales más que la estimación de hace seis meses.

CONTRACCIÓN DE LA PRODUCCIÓN

El Fondo destaca que la consolidación llevada a cabo en 2012 fue "considerable", ya que el déficit cerró en España en torno al 7% (sin contar las ayudas a la banca), resultado en línea con su última estimación, en medio de una "gran contracción de la producción".

La organización dirigida por Christine Lagarde explica que para la elaboración de estas previsiones ha tenido en cuenta las medidas especificadas en el Programa de Estabilidad 2012-2015, las revisadas recomendaciones de políticas fiscal del Consejo Europeo de Julio de 2012, el consiguente paquete fiscal, el plan presupuestario bianual para 2013-2014 anunciado en agosto de 2012 y el presupuesto para 2013 aprobado en diciembre.

De cara al medio plazo, el FMI prevé una senda lenta de reducción del déficit tras el repunte al 6,9% en 2014. Así, prevé que descienda al 6,6% en 2015, al 6,2% en 2016, al 5,9% en 2017 y al 5,6% en 2018, situándolo por encima del objetivo del 3% marcado por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) europeo.

En el caso de la deuda bruta, el Fondo también ha empeorado su previsión para 2013 y 2014, hasta el 91,8% del PIB y el 97,6% del PIB, 5,1 y 2,4 puntos porcentuales más que en octubre, respectivamente. Además, prevé que siga subiendo en los años posteriores para superar el 100% en 2015 y llegar hasta el 110,6% del PIB en 2018.

MEDIDAS DE CONSOLIDACION

En términos globales, el FMI advierte de que aproximadamente un tercio de las economías avanzadas (alrededor del 40% del PIB mundial) aún se enfrentan a "importantes desafíos fiscales" y la mayoría de los países tendrán que poner en marcha "esfuerzos fiscales sin precedentes para situar sus coeficientes de endeudamiento dentro de las normas tradicionales, aun si esto ocurre sólo a lo largo de un horizonte relativamente largo".

En concreto, destaca que en algunos países, en especial varias economías europeas que están bajo presión del mercado, los coeficientes de endeudamiento no llegarán a su nivel máximo sino después de 2014, como lo indican las proyecciones para España, Francia e Italia. "Es esencial realizar esfuerzos sostenidos de consolidación para reducir los coeficientes de endeudamiento a niveles más apropiados, aunque en la práctica es difícil determinar con exactitud cuál es el volumen prudente de deuda pública", admite el FMI, quien incide que lograr que la deuda pública descienda a esos niveles es "un desafío a largo plazo que puede resolverse".

La institución incide, sin embargo, en que, especialmente dado el entorno económico aún incierto al que se enfrentan muchas economías avanzadas, las políticas fiscales deben centrarse más en el balance estructural que en nominal, ya que lo contrario podría llevar a políticas procíclicas que acelerarían cualquier recesión.

"Este riesgo es particularmente elevado en la eurozona, donde los actuales objetivos nominales incluidos en los Procedimientos de Déficit Excesivo implicaría excesivos ajustes en Países Bajos y España. La recapitalización directa de los bancos por el Mecanismo Europeo de Estabilidad sería clave para cortar definitivamente los lazos perversos entre bancos y deuda soberana", advierte.

Pese a todo, considera que los riesgos fiscales a corto plazo han disminuido gracias al repunte gradual de la economía mundial y a los avances en la reducción de los déficits en las economías avanzadas. Así, presenta un mejor panorama para la mayor parte del mundo en lo que se refiere al control del déficit y cree que se han dado "importantes pasos iniciales" para reducir la deuda a los niveles necesarios para garantizar "economías sólidas y dinámicas".