La agencia de medición de riesgo Fitch ha considerado hoy poco probable una gran coalición PP-PSOE, ha apuntado la posibilidad de nuevas elecciones en 2016 y ha alertado de que una prolongada incertidumbre política, así como un gobierno débil o apoyado por "partidos radicales", pondría en riesgo la recuperación económica.
En un comentario tras la celebración de elecciones generales en España, sin que haya salido un claro ganador de las urnas, la agencia de calificación advierte de los riesgos "fiscales y para las reformas" de la "indefinición" del resultado electoral.
Fitch recuerda que el líder del PP y presidente del Ejecutivo, Mariano Rajoy, ha dicho que va a intentar formar gobierno "pero esto puede llevar tiempo y las opciones parecen limitadas".
Al tiempo, ven "políticamente improbable" una "gran coalición" entre los dos grandes partidos.
Por ello, el escenario más plausible para una coalición sería la conjunción de al menos tres partidos "elevando el reto de asegurar un gobierno estable y coherente. Unas nuevas elecciones el año que viene son una posibilidad", recalcan.
Además, si el resultado de estas elecciones es un gobierno "débil" o uno apoyado por "partidos más radicales", podría darse un retroceso en las reformas adoptados o pérdidas fiscales, resaltan.
La reciente recuperación económica, combinada con tipos de interés muy bajos, ha ayudado a reducir el déficit público "pero el ajuste fiscal en España está incompleto", advierten.
No obstante, el hecho de que los presupuestos generales del Estado para 2016 estén aprobados favorecerá que el impacto de la incertidumbre a corto plazo sea limitado, según Fitch.
También mantiene la idea de que, sea quien sea el Gobierno, se reducirá el ratio deuda pública-PIB en la segunda parte de la década, a pesar de que este supuesto esté ahora más en duda, dicen.
Pero las dinámicas macroeconómicas positivas podrían darse la vuelta y la confianza económica verse dañada si se extiende la incertidumbre política, insisten.
Además el nuevo gobierno deberá afrontar el reto del independentismo catalán, recuerda Fitch, con toda la "incertidumbre" que conlleva dada la potencial influencia de partidos nacionalistas en el Parlamento nacional.
Por ello, el "reto" será llegar a un acuerdo "aceptable" entre Madrid y Barcelona con más autonomía para esta región (y quizá para otras, añaden).