El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, consideró este jueves que la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas por ley propuesta por el PSOE y Sumar es “populismo” y consideró que “algunos parece que se quieren cargar” los acuerdos sociales bipartitos en los que se pactan asuntos como la jornada de trabajo.
Garamendi hizo esta consideración en su intervención en el congreso organizado por la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE) en Granada.
En una mesa junto al presidente de la Cámara de Comerio de España, José Luis Bonet, y el exministro de Exteriores de Israel Shlomo Ben Ami, Garamendi hizo referencia al reciente pacto programático entre el PSOE y Sumar de cara a revalidar en el Gobierno. “A lo público le pediría gestión, y lo que no le pediría es populismo”, afirmó Garamendi.
Según dijo, las propuestas son de dos partidos, no del Gobierno, y consideró que lo que harán será “entorpecer absolutamente el crecimiento”. En este punto, incidió en que las políticas que se han anunciado perjudicarán “de forma importantísima”.
Garamendi hizo referencia a la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre, publicada hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), para señalar que de los 209.100 empleos creados en ese periodo, la mayoría, en concreto 192.200, lo fueron en el sector privado. “Que no nos pongan trabas”, clamó Garamendi.
Respecto a una de las medidas del pacto, la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, el presidente de la CEOE afirmó que el coste por hora para la empresa va a ser mayor y recordó que puntos como este de la jornada laboral se pactan en los convenios. “Un montón” de ellos ya marcan menos de esa jornada anunciada, con lo que consideró que es “puro populismo hacer esto por ley”. Defendió el marco del diálogo social y los acuerdos sociales y afirmó que “algunos parece que se lo quieren cargar”. También criticó que estas iniciativas salgan de “gente que no ha visto una empresa en su vida”.
Garamendi recordó que patronal y sindicatos han firmado el acuerdo sobre el empleo y la negociación colectiva hace pocos meses. “¿Entonces resulta que ya no vale? ¿Los acuerdos que estamos firmando tienen la validez hasta que al regulador se le ocurre cambiarlo sin ningún criterio?”, se preguntó, para acto seguido criticar que esa actitud “devalúa” el diálogo social.
“Rotundamente nosotros estamos en contra de este populismo que lo único que puede conseguir es que vayamos hacia abajo, a veces en la vida hay que decir que ya vale”, subrayó.
“Con ese diálogo entre todos es como funcionan las cosas y parece que ahora los extremos mandan y yo represento la moderación”, apostilló.
Por otra parte, ante la temporada de resultados empresariales que han iniciado los bancos, Garamendi quiso adelantarse a lo que “vamos a oír” respecto a los beneficios de las empresas y afirmó que “hacen falta beneficios” para invertir y pagar a los accionistas.
También defendió “retribuir bien a los directivos y a los trabajadores”. “No vale que nos machaquen a impuestos” para “desactivar” la contratación, dijo, y advirtió de que “se está trabajando en sentido contrario a las agujas del reloj de lo que hay que hacer”.
Por su parte, Bonet reclamó al próximo Ejecutivo políticas públicas “pro-empresa, coherentes con el sistema” ante la desaceleración económica que, en su visión, ya se está produciendo.