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El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes la remisión a la Comisión Europea del Programa de Estabilidad Presupuestaria de España para el periodo 2018-2021, que incluye una previsión de un crecimiento medio próxima al 2,5% hasta 2021, con lo que el PIB encadenará ocho ejercicios consecutivos al alza, así como una tasa de paro por debajo del 11% al final del periodo, con 20 millones de ocupados en 2020.

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, el ministro de Economía, Industria y Competitividad, Román Escolano, ha destacado que se trata de previsiones "prudentes" y "realistas" que confirman que se recuperará todo el empleo perdido durante la crisis, con lo que se alcanzará así el objetivo de los 20 millones de ocupados en 2020.

Escolano ha explicado que el documento se remitirá a Bruselas el próximo lunes y se discutirá en el próximo Consejo del mes de junio, y ha destacado que se confirma un patrón "más sostenible y equilibrado"

La nueva proyección "creíble" estima un crecimiento medio anual en estos cuatro años cercanos al 2,5%. En concreto, contempla un avance del 2,7% este año, del 2,4% en 2019, del 2,3% en 2020 y del 2,3% en 2021.

En lo relativo al desempleo, augura una tasa de paro del 15% para el ejercicio actual, que descenderá los años sucesivos, hasta el 13,4% en 2019, al 12% en 2020 y al 10,7% en 2021, con una reducción de 5,9 puntos en el periodo 2017-2021. De este modo, no se volverá a los niveles de paro previos a la crisis hasta el año 2021. Así, la cifra de ocupados alcanzará los 19,9 millones el año que viene, y se superará el objetivo de 20 millones de afiliados en 2020 (20,3 millones) y seguirá en 2021 (20,7 millones). De 2018 a 2021 se crearán en total 1,7 millones de empleos y el número de parados bajará en 1,3 millones.

Además, el Gobierno estima que España no registrará superávit hasta el año 2021, del 0,1%, por primera vez desde 2007.

El saldo de la balanza por cuenta corriente se prevé que sea superavitario durante todo el periodo de previsión, situándose en el entorno del 1,5% del PIB y contribuyendo de este modo a la reducción del saldo deudor de la posición neta de inversión internacional.