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El Gobierno se ha comprometido hoy a aumentar el mínimo exento de tributación por las indemnizaciones por despido, que en el anteproyecto de la reforma fiscal está fijado en 2.000 euros.

Así lo ha confirmado hoy el secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ferre, tras la reunión mantenida por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, con los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez, y con los presidentes de CEOE, Juan Rosell, y de Cepyme, Jesús Terciado, para hablar de la reforma fiscal.

Asimismo, Ferre ha destacado que en los próximos días recibirá la propuesta de los agentes sociales sobre el límite exento de tributar por despido.

Este hecho puede hacer, según ha afirmado, que el proyecto de la reforma fiscal no se apruebe este viernes, sino el siguiente, día 25 de julio.

Ferre ha subrayado que lo importante es que se apruebe antes de que se acabe este mes para remitirlo posteriormente al Congreso de los Diputados.

Además, ha descartado la posibilidad de que la indemnización se vea influida por una ponderación de la edad del despedido, frente a la opinión de los sindicatos que han recalcado que el Ejecutivo sí estudiará esta propuesta.

Ferre ha asegurado que ha quedado desechada la idea de suprimir la deducción fiscal de las indemnizaciones por despido de la que se benefician las empresas en el impuesto de sociedades.

En este sentido, ha incidido en que los asistentes a la reunión, incluidos los sindicatos, han coincidido en que no es conveniente adoptar esta medida.

Méndez ha destacado que el Gobierno es consciente de que la tributación de las indemnizaciones por despido es "inadecuada e injusta".

A este respecto, ha insistido en que lo que percibe el trabajador despedido no es una renta, sino una indemnización por la pérdida del derecho a trabajar.

Toxo ha insistido en que lo importante es proteger a la gente que lo pasa mal y que es despedida, "con unas indemnizaciones que no son muy altas porque ya han sufrido serias reducciones".

Además, ha propuesto que se creen unos planes de renta para aquellas personas que son despedidas y que tienen difícil reincorporarse al mercado de trabajo, con el objetivo de que enlacen con la jubilación.

Ningún representante de las patronales presentes en el encuentro, CEOE y Cepyme, han querido hacer declaraciones al término del mismo.

La reforma fiscal elaborada por el Gobierno recoge que las indemnizaciones por despido tributarán a partir de los 2.000 euros por año trabajado al limitar la exención que tenían sobre el IPRF y establecer un mínimo equivalente a un salario de 20.000 euros anuales.