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El Ibex se ha desplomado un 3% y ha perdido la cota psicológica de los 7.000 enteros decepcionado por la falta de medidas extraordinarias del Banco Central Europeo (BCE) y por las palabras de su presidente Mario Draghi, que han desbocado la prima de riesgo de España hasta los 539 puntos, lo que se traduce en un interés del 6,8%. El principal selectivo de la Bolsa española, el IBEX 35, ha caído 214,30 puntos, el 2,99 % hasta los 6.954,20 puntos, con lo que las pérdidas anuales se amplían hasta el 18,82 %.

Todos los grandes valores han bajado hoy, BBVA ha caído el 4,81 %; Santander, el 3,94 %; Iberdrola, el 3,50 %; Repsol, el 3,15 %; Telefónica, el 2,58 % e Inditex, el 1,71 %. En el IBEX, la mayor caída ha correspondido a Sacyr Vallehermoso, el 7,55 %, en tanto que Mediaset también lo ha hecho el 4,48 %.

Dentro de los bancos, Bankinter también ha registrado pérdidas del 3,99 %; CaixaBank, del 3,45 %; Banco Popular, del 2,92 %, en tanto que Bankia ha perdido el 2,58 %. El Banco Sabadell también ha caído el 2,28 %.

Solo Mapfre, con el 0,49 % y DIA, con el 0,69 %, registraban ganancias.

El instituto emisor europeo ha bajado los tipos de interés en un cuartillo y los ha situado en el mínimo histórico del 0,74%, pero ha desinflado las esperanzas de los inversores que contaban con nuevas subastas extraordinarias de liquidez o con programas de compra de bonos soberanos.

La banca también ha padecido en sus carnes la decisión del organismo de dejar de remunerar el dinero que deposita a un día en la institución (facilidad de depósito) en su intento de reactivar el crédito y la actividad económica, y se ha adentrado en terreno negativo, sobre todo BBVA (-4,81%) y Santander (-3,94%), pero también Bankinter (-3,99%) y Caixabank (-3,45%).

La subasta de deuda del Tesoro español también ha lastrado la cotización de la banca, que ha de hacer esfuerzos para comprar los bonos soberanos de su país a falta de interés comprador extranjero en un complejo entorno macroeconómico que le exige engordar provisiones tanto por el riesgo de impago como por la reciente regulación.

Para la responsable de análisis y producto de Self Bank, Victoria Torre, la reunión del BCE ha sido una sonada decepción porque "ya se daba por descontada la bajada de tipos", mientras que la subasta del Tesoro "no hace sino reactivar la relación perversa entre deuda estatal y privada". Torre advierte además de que el abaratamiento del precio del dinero no tendrá mucha repercusión sobre la economía real porque cuando los particulares pidan un crédito la banca seguirá aplicando un diferencial muy elevado ante sus dificultades para financiarse con la prima de riesgo de España en niveles insostenibles.

Asimismo, argumenta que la decisión de retirar la facilidad de depósito en vez de programar nuevas 'barras libres' de liquidez no incitará a la concesión de crédito porque el entorno económico no ha mejorado y las entidades afinan en su percepción del riesgo en la lucha contra la morosidad.

Todos los días, entre 700 y 800.000 millones de euros de los bancos europeos pernoctan en el BCE, por lo que si parte de esa enorme cantidad de dinero se recondujese a otros canales (mercado interbancario, compra de deuda, actividades de financiación), el efecto en la economía sería muy positivo.

No obstante, el estratega de mercados de IG Markets Daniel Pingarrón sostiene que no cabe pensar que a corto plazo una gran parte de esos capitales se movilicen hacia actividades que no supongan un riesgo mínimo.

Tras el discurso de Draghi, los mercados han constatado que, pese a los importantes acuerdos alcanzados por los políticos europeos la semana pasada, el BCE "no ha variado ni un ápice su voluntad de mantener un papel secundario en la resolución de la crisis en Europa".