La Seguridad Social perdió una media de 7.366 afiliados en julio (-0,04%), lo que supone descenso del 0,4% con respecto al mes anterior. Esto supondría el peor dato de la última década según las cifras presentadas por el Ministerio de Inclusión, Seguridad y Migraciones.
De acuerdo con estos datos el número total de cotizantes cerró en julio en 20.340.964 de los que 10.880.380 fueron hombres y 9.480.540 han sido mujeres. Con avances interanuales del 4,48% y del 3,25%, respectivamente.
El peor julio desde 2013
Si atendemos a datos desestacionalizados, el número de afiliados a la Seguridad Social subió en 9.104 trabajadores, lo que supone un 0,05% menos que en junio de 2022. Así, el dato desestacionalizado de julio se convierte en el más bajo desde que comenzó el año y el peor julio desde 2013.
Además, el Ministerio ha destacado la creación de 272.039 empleos entre los meses de enero y julio de 2022, descontando tanto el efecto calendario como la estacionalidad. De esta forma, se supera en 625.000 personas el nivel de afiliación previo a la pandemia.
La proporción de afiliados con contratos indefinidos alcanza el 80% en julio de 2022, 11 puntos más de lo que era habitual antes de la pandemia. Especialmente entre los menores de 30 años, cuyo porcentaje de trabajadores con contrato indefinido ha aumentado pasando del 34% al 64%.
La moderación del crecimiento del empleo en julio está concentrada en Administraciones Públicas, Educación, Construcción y Agricultura. Por su parte, la Hostelería, con un aumento respecto a finales de 2021 del 3,62%, recupera prácticamente el nivel de afiliación previo a la pandemia.
Se advierte una ralentización
Aunque el departamento que dirige José Luis Escrivá asegura que “tras el excepcional comportamiento en junio” se ha seguido creando empleo, la vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, ha admitido en una entrevista que los datos de paro y afiliación a la Seguridad Social de julio muestran “una ralentización” en la segunda mitad de mes y “un menor dinamismo”.
Calviño atribuye esta ralentización a la incertidumbre por la situación internacional, afirmando además que se está produciendo “un cambio estructural en el mercado de trabajo”.
“Hay que dejar de ver las cifras mensuales como antes de la reforma laboral y ver la evolución de fondo”, reclamó Calviño, quien afirmó que se está produciendo “un cambio estructural en el mercado de trabajo. Recalcó que todo lo que ocurra con la guerra influirá decisivamente en la evolución de los datos de los próximos meses y concluyó que “hay que prepararse para lo peor, pero esperando que no suceda”.