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La inflación de España se redujo en el mes de julio hasta el 2,9%, mientras que la tasa en la media de los países del euro se incrementó en una décima, hasta el 2,6%, de modo que el diferencial se ha reducido a solo tres décimas, cuando en meses anteriores la brecha ha llegado a ser de un punto.

Así se desprende de las cifras publicadas este martes por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, que pone de relieve que la inflación general media en el conjunto de la Unión Europea repuntó en julio hasta el 2,8%, dos décimas más que en junio, de modo que en este caso la desventaja de España en la evolución de los precios se acorta hasta una sola décima.

La inflación en la eurozona repuntó al 2,6 % en julio

En comparativa interanual, las caídas de la inflación son generalizadas, dado que en julio de 2023 la eurozona se anotó un alza de precios del 5,3% y la UE del 6,1%.

Por estados, en julio de este año, las tasas más bajas se registraron en Finlandia (0,5%), Letonia (0,8%) y Dinamarca (1,0%). Por el contrario, la inflación más elevada se alcanzó en Rumanía (5,8%), Bélgica (5,4%) y Hungría (4,1%). En comparación con junio de 2024, la inflación anual descendió en nueve Estados miembros, se mantuvo estable en cuatro y aumentó en catorce.

Por componentes, según los datos de Eurostat recogidos por Servimedia, la mayor contribución a la tasa de inflación anual de la zona del euro provino de los servicios (+1,82 puntos porcentuales), seguidos de los alimentos, el alcohol y el tabaco (+0,45 puntos), los bienes industriales no energéticos (+0,19) y la energía (+0,12).