La inflación en España se encuentra muy por encima de Alemania, Francia, Italia o Portugal
- El pasado mes de agosto alcanzó el 10,5% con lo que es el doble de la de Francia (5,8%) y supera también a la de Alemania (7,9%), Italia (8,4%) y Portugal (8,9%)
- La cesta de la compra en España es más cara que en nuestros países vecinos
La inflación en España sigue disparada superando a la del resto de países europeos de su entorno. El Índice de Precios de Consumo (IPC) subió tres décimas en agosto en relación al mes anterior, pero moderó su tasa interanual tres décimas, hasta el 10,5%, manteniéndose en niveles nunca vistos desde hace más de 30 años, según los datos definitivos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
La inflación se dispara al 10,5% en agosto
Detrás de este incremento está la subida de los precios de la electricidad y en especial de los alimentos que registraron en agosto una subida interanual del 13,8%, tasa tres décimas superior a la de julio y la más alta desde el comienzo de la serie, en enero de 1994. Destaca, especialmente, el encarecimiento de alimentos tan básicos como la carne, el pan y los cereales y la leche, el queso y los huevos con subidas que superan el 20%.
La inflación en España dobla la de Francia que en agosto fue del 5,8%, y supera a la de Alemania (7,9%), Italia (8,4%) y Portugal (8,9%).
Alemania
La inflación en Alemania continúa muy por debajo de la que tiene nuestro país. Lo confirma el dato de agosto, cuando los precios subieron un 7,9% en la que es considerada la primera economía europea.
La cifra de agosto se iguala a la que Alemania alcanzó en mayo, unos registros que no se daban en ese país desde el año 1973.
La tasa de inflación armonizada se situó en el 8,8%, lo que supone un incremento de tres décimas en comparación con el mes de julio.
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Al igual que en España los productos energéticos y los alimentos empujaron hacia arriba el dato de la inflación.
Por el contrario las medidas puestas en marcha por el gobierno alemán en materia de transporte, como el descuento del combustible o el billete mensual ‘9 euro-ticket’, que ha permitido viajar gratis a un precio de 9 euros en buses, metros, tranvías, tranvías, ferryes y trenes (excepto Alta Velocidad) ha provocado que se hayan elevado en agosto los precios en este sector un 3,7%, frente al 5,4% de julio y al 8,3% de junio.
Los precios de los alimentos registraron una escalada del 16,6%, casi dos puntos más que el incremento interanual del mes pasado, pero muy por debajo de España.
El aceite vio subir su precio un 44,5%, los lácteos y huevos se encarecieron un 26,8%, la carne un 18,6%, y el pan y los cereales, un 17,1%.
Dejando a un margen los precios energéticos y de los alimentos, la tasa de inflación subyacente de Alemania se situó en el 3,5% en el mes de agosto.
Francia
Los precios subieron en Francia en agosto un 5,8%. Un dato que supone 3 décimas con respecto a julio, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 5%, prácticamente la mitad que en España.
La caída del dato de la inflación en Francia se debe "a la desaceleración de los precios de la energía", explica el Instituto Nacional de Estadística galo. Si en julio subieron un 28,5%, en agosto lo hicieron un 22,22%.
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Se trata de la primera desaceleración de la inflación de los precios al consumidor en Francia interanual desde julio de 2021, cuando la inflación se limitó al 1,2%. Entre noviembre y diciembre de 2021, los precios habían subido al mismo ritmo, hasta el 2,8% interanual.
En agosto, los precios de los alimentos subieron un 7,7%. El aumento fue más contenido (+3%) para los productos frescos que para otros productos alimenticios.
Por último, los precios de los productos manufacturados se aceleraron bruscamente, con un incremento del 3,5%, frente al 2,7% del mes anterior, mientras que los servicios aumentaron un 3,9% en un año, tanto como en julio.
Por último, el índice armonizado de precios al consumo, que sirve de base para las comparaciones europeas, aumentó un 6,5% interanual en agosto, frente al 6,8% de julio.
Italia
En Italia, la tasa de variación anual del IPC en agosto fue del 8,4%, frente al 7.9% de julio y un 0,8% mensual. Un valor que no se había registrado desde diciembre de 1985, señala el ISTAT (Instituto de Estadística Italiano) , cuando llegó al 8,8%.
La variación mensual del IPC fue del 0,8%, de forma que la inflación acumulada en 2022 es del 6,9%, también muy por debajo de España
El ISTAT estima que la aceleración de la tendencia de agosto se debe principalmente a la subida de los bienes energéticos (que crecieron hasta el 44,9% desde el 42,9% de julio) y concretamente a los no regulados que alcanzaron el 41,6% desde el 39,8% del mes pasado.
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El crecimiento de los precios de los alimentos procesados (del 9,5% al 10,5%) y de los bienes duraderos (del 3,3% al 3,9%) también pesó mucho. Por otro lado, los precios de los servicios relacionados con el transporte se desaceleraron del 8,9% en julio al 8,4% en agosto.
Para hacer frente a la inflación el gobierno italiano ha prorrogado el descuento de 30 céntimos por litro para los precios de la gasolina, el gasóleo, el GLP y el metano hasta el 17 de octubre.
Portugal
En el caso de Portugal, el gobierno del socialista António Costalos trata de hacer frente a la subida de precios que en agosto alcanzó el 8,9% frente al mismo mes del año pasado, dos décimas menos que en julio, lo que supone la primera caída frente a las variaciones registradas en el país en lo que va de 2022, que han alcanzado niveles récord en 30 años.
La cifra responde a la evolución de los productos energéticos, que crecieron un 24 % (7,2 puntos porcentuales menos que en el mes anterior), según el Instituto Nacional de Estadística (INE) portugués.
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Por el contrario, los alimentos no procesados registraron una subida del 15,4 % (2,2 puntos más que en julio), "la variación homóloga más elevada desde octubre de 1990".
La inflación subyacente (que excluye los productos alimentarios no transformados y energéticos) registró una variación homóloga del 6,5 % (tres décimas porcentuales más que en julio), "el valor más elevado registrado desde marzo de 1994".
Ante los elevados niveles de inflación, el ejecutivo luso ha presentado una serie de medidas para ayudar a las familias, que incluyen la reducción de un tramo del IVA de la electricidad, la limitación de las subidas de los alquileres y un aumento extraordinario de las pensiones, entre otras.
