La tasa de inflación armonizada se mantuvo en febrero en el 2,9%, sin cambios con respecto a enero, aunque el diferencial con la media de la eurozona empeoró hasta las seis décimas, dado que el dato promedio de los países del euro descendió del 2,5% al 2,3%.
Así se desprende de los datos publicados este miércoles por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea, que reflejan que, en comparativa interanual, el descenso de la inflación en la eurozona es de tres décimas, en tanto que en febrero del año pasado se situó en el 2,6%.
En el conjunto de la UE, la inflación descendió en febrero una décima, al situarse en el 2,7%, frente al 2,8% de enero. Una décima es también la moderación de la subida de precios en comparación con hace 12 meses entre los 'veintisiete'.
Por países, las tasas anuales más bajas se registraron en Francia (0,9 %), Irlanda (1,4 %) y Finlandia (1,5 %). Por el contrario, Hungría (5,7%), Rumanía (5,2%) y Estonia (5,1%) acabaron febrero con los incrementos de precios más pronunciados.
En comparación con enero de 2025, la inflación anual disminuyó en catorce Estados miembros, se mantuvo estable en seis y aumentó en siete.
En febrero de 2025, la mayor contribución a la tasa de inflación anual de la zona euro provino de los servicios (+1,66 puntos porcentuales, seguidos de la alimentación, el alcohol y el tabaco (+0,52), los bienes industriales no energéticos (+0,14) y la energía (+0,01).