La morosidad empresarial se dispara un 42% en el primer trimestre, hasta los 349.000 millones de euros
Esto se explica, en parte, por el incremento de facturas emitidas con retrasos en pago, que ha alcanzado el 73,3%, según Cepyme
La deuda comercial con retraso de pago en España se incrementó un 42% en el primer trimestre de 2022 respecto a un año antes, hasta los 349.000 millones de euros, debido fundamentalmente a la ralentización de la recuperación de la economía y al impacto negativo de la inflación.
Esta es una de las conclusiones del Observatorio de morosidad de la Confederación de la Pequeña y Mediana Empresa (Cepyme), correspondiente a los tres primeros meses del año y elaborado en colaboración con la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) e Informa.
Dicho crecimiento se explica, según el informe, por el aumento del Periodo Medio de Pago (PMP) hasta los 83,9 días, el más alto desde el inicio de la pandemia de coronavirus, y también por el incremento de facturas emitidas con retrasos en pago, que ha alcanzado el 73,3%, 3,6 puntos porcentuales más respecto al trimestre anterior.
Por comunidades autónomas, Murcia tiene el mayor PMP, 96 días de promedio, seguida de Canarias, con 89 días; Andalucía y Comunidad Valenciana, ambas con 87,4 días, mientras que el menor PMP lo presenta Cantabria, con 59,1 días, y Aragón, con 69,4 días.
Precisamente Cantabria ha sido la región que ha experimentado una mayor caída interanual de dicho indicador (-23,3 días), seguida de Extremadura (-6,8 días) y País Vasco (-3,8 días). Por contra, las regiones donde más se ha incrementado el Periodo Medio de Pago han sido Aragón (7,2 días más), Castilla y León (6,6 días) y las Islas Canarias (4,6 días).
Construcción e industria textil han vuelto a situarse como los dos sectores con mayores retrasos en pagos, al alcanzar un PMP de 98,4 y 90,4 días, respectivamente.
El observatorio destaca que el PMP de la industria agroalimentaria se incrementó en 8,2 días, hasta alcanzar los 80,7, un aumento que se explica por la ruptura de varias cadenas de suministros globales, que han subido los precios de las materias primas y reducido los márgenes del sector
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