Las tasaciones de vivienda nueva y usada realizadas durante el mes de diciembre muestran un crecimiento del 8,4% respecto al mismo mes de 2021 y el valor medio de la vivienda vuelve a niveles de verano de 2011, según una estadística publicada este lunes por Tinsa.
El índice general de Tinsa se situó el pasado mes de diciembre en 1.910 puntos, lo que supone un 8,4% más que hace un año y un 0,4% más que en el mes precedente de noviembre de 2022, lo que Tinsa ve como “cierta desaceleración de la tendencia alcista de los precios registrada en los meses precedentes”.
Aunque la variación mensual es inferior al 1,1% registrado en noviembre y al 1,6% de octubre, Tinsa destacó que continúan los crecimientos positivos en todos los grupos analizados. El impulso alcista en diciembre está liderado por el grupo de ‘Costa mediterránea’ (+0,8% en tasa mensual), seguido de ‘Capitales y grandes ciudades’ y ‘Resto de municipios’ (+0,5% en ambos casos).
“El nuevo impulso alcista observado en diciembre en el precio del grupo ‘Costa mediterránea’ hace pensar en un mercado residencial que continúa canalizando ahorros y se mantiene activo”, afirmó la directora del Servicio de Estudios de Tinsa, Cristina Arias.
En términos interanuales, todas las zonas reflejaron incrementos de precios con respecto a diciembre de 2021. El mayor se produjo en ‘Áreas metropolitanas’ (+10,9% anual), seguido de ‘Capitales y grandes ciudades’ (+8,5%) y ‘Resto de municipios’ (+7,3%).
“Las compraventas muestran algunas señales de desaceleración en los últimos meses. Aun así, en términos acumulados el nivel de operaciones en 2022 ha sido elevado y, combinado con una oferta moderada, ha continuado impulsando los precios residenciales al alza”, destacó Arias.
En tasa trimestral, tras el cierre definitivo de los datos de diciembre, la variación interanual en el último trimestre de 2022 es de un crecimiento del 8,8%, tal y como avanzó en la estadística provisional publicada el pasado 30 de diciembre.
La previsión de Tinsa es que el precio de la vivienda vaya ralentizando su crecimiento a medida que el impulso de la demanda vaya moderándose como consecuencia de la incertidumbre económica y el encarecimiento de la financiación.
Según las tasaciones de Tinsa, el valor medio de la vivienda nueva y usada alcanzó su máximo en el boom inmobiliario en diciembre de 2007, con el índice situado en 2.338 puntos (base 1000 en el año 2001). Este pasado mes de diciembre, cuando se cumple el decimoquinto aniversario de ese punto de inflexión, el valor medio de la vivienda nueva y usada se situaba un 18,3% por debajo de entonces.