Las contribuciones de los asalariados no llegan para pagar las pensiones | EUROPA PRESS
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El componente contributivo del sistema de pensiones públicas, definido como la suma de las prestaciones de Seguridad Social y Clases Pasivas, habría tenido en 2023 un déficit equivalente a 3,8 puntos del PIB (-55.919 millones de euros) si solo dispusiera de los ingresos netos ordinarios por cotizaciones sociales y no se tuvieran en cuenta las transferencias del Estado, según un informe publicado este jueves por la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea).

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El análisis, elaborado por el economista Miguel Ángel García Díaz, explica que para afrontar esta diferencia entre ingresos y gastos, el sistema público de pensiones dispuso en 2023 de transferencias del Estado por valor de 3,1 puntos de PIB (44.148,12 millones de euros), con un aumento de 1,8 puntos de PIB desde 2018, y de un préstamo del Estado por valor de 0,7 puntos de PIB (10.003 millones de euros).

“Estas transferencias redujeron los recursos disponibles para cubrir otras importantes necesidades públicas”, alerta este experto, quien lamenta que el análisis de las cuentas es “cada vez más complicado, especialmente a raíz de las reformas realizadas en los últimos años que, entre otras cuestiones, han incrementado significativamente las transferencias del Estado para el pago de sus obligaciones”.

“Esta práctica reduce el contenido informativo del déficit contable oficial de la Seguridad Social, que ya no sólo refleja la salud financiera del sistema contributivo per se, sino también la cuantía de tales transferencias complementarias, que detraen recursos de otros posibles usos”, incide el análisis de Fedea.

Al respecto, señala que el Sistema de Seguridad Social, donde están incluidas las pensiones gestionadas por esta institución, finalizó 2023 con un déficit muy similar al del año precedente, un 0,6% del PIB. Este porcentaje aumenta en dos décimas, hasta el 0,8% del PIB, si se excluyen de los ingresos corrientes las cotizaciones destinadas al Mecanismo de Equidad Intergeneracional, por tratarse de un ingreso no disponible para pagar las pensiones actuales puesto que se ingresa en un fondo de reserva que sólo estará disponible a partir de 2032.

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Adicionalmente, la Seguridad Social ha dispuesto de dos transferencias específicas del Estado por valor de 27.231 millones de euros (un 1,9% de PIB), una para el pago de los complementos por mínimos de pensiones (7.345 millones de euros), y la segunda, muy superior en cuantía, destinada al pago de los “mal denominados gastos impropios” (19.886 millones de euros).

Excluyendo estas transferencias para centrarse en lo que cabría denominar el saldo contributivo del sistema de la Seguridad Social, este se situaría en torno al 2,7% del PIB. A esto habría que añadir, finalmente, otros 1,2 puntos de PIB en transferencias del Estado para el pago de las pensiones de Clases Pasivas para llegar a un déficit contributivo de 3,8 puntos de PIB que ha de financiarse con deuda y con impuestos generales.