Los Estados de la UE desaprovechan los fondos de digitalización de las escuelas

La financiación de la Unión Europea para mejorar la digitalización de las escuelas no ha tenido un "pleno impacto" en los Estados miembros por la falta de enfoques estratégicos nacionales a la hora de utilizar los recursos comunitarios disponibles para este fin, informó este lunes el Tribunal de Cuentas.

En un informe especial publicado hoy, los auditores comunitarios concluyen que las acciones financiadas por la UE podrían haberse aprovechado más "si se hubieran integrado mejor en las estrategias de digitalización nacionales o regionales".

El documento estudia el caso de seis Estados miembros (Alemania, Grecia, Croacia, Italia, Austria y Polonia) donde, en ocasiones, las partidas comunitarias destinadas a la digitalización de las escuelas simplemente sustituyeron a la financiación nacional que ya se había asignado.

Los auditores explican que, si bien las escuelas de algunos Estados miembros han adoptado "satisfactoriamente" elementos importantes del plan de digitalización de la UE, muchas escuelas de otros países del club comunitario desconocían estos recursos.

De hecho, señalan que uno de los motivos por los que los colegios no pudieron aprovechar al máximo el dinero de la Unión es porque no habían determinado sus necesidades de digitalización o porque no conocían el apoyo ofrecido por la UE.

"La UE tiene planes ambiciosos para la educación digital"

"La pandemia de Covid-19 puso de manifiesto que los sistemas escolares de casi todos los Estados miembros no estaban bien preparados para la enseñanza a distancia", explicó el miembro del Tribunal que dirigió la autoría, Pietro Russo, pues las conexiones a Internet de las escuelas eran "inadecuadas" y faltaban equipos digitales para estudiantes y profesores.

"La UE tiene planes ambiciosos para la educación digital y puede ayudar a las escuelas en sus esfuerzos por hacer un mayor uso de la tecnología, pero creemos que la financiación de la UE podría utilizarse mejor", remarcó Russo.

FINANCIACIÓN COMUNITARIA PARA LA DIGITALIZACIÓN

Entre 2014 y 2026, se han desembolsado o se desembolsarán "importes significativos" a través de diversos programas para reforzar la educación digital.

Sólo a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, la financiación de la UE superará los 11.000 millones de euros, aseguran los auditores.

En 2016, la Comisión Europea estableció como objetivo que los Estados miembros consiguieran que sus escuelas tuvieran acceso a una conexión de alta velocidad (Internet de gigabit) para 2025 e hicieran posible que éstas utilizasen equipos informáticos de última generación y adoptasen formas innovadoras de enseñanza y aprendizaje.

Sin embargo, los auditores destacan que la falta de una "planificación estratégica estricta" y los retrasos en la ejecución de programas específicos aumentan el riesgo de que la UE no alcance los objetivos planteados por la Comisión para 2025.

Europa estableció como objetivo la conexión de alta velocidad en todas las escuelas para 2025

En 2022, advierte el Tribunal, sólo un número reducido de escuelas podían usar realmente conexiones de alta velocidad a Internet, que es un "requisito previo para poder utilizar equipos informáticos de última generación".

Si bien los Estados miembros son los responsables de diseñar su política educativa, la UE complementa sus acciones y ofrece una "considerable ayuda financiera" para la digitalización de las escuelas, recuerda el informe.

Para ello, utiliza diversos instrumentos, como los fondos de la política de cohesión, el Mecanismo de Recuperación y Resiliencia o el programa Erasmus +, entre otros.

No obstante, los auditores señalaron que la Comisión no dispone de "datos exhaustivos" sobre los importes totales de financiación de la UE gastados en la digitalización de las escuelas.

Además, advierten de que, en algunos casos, las estimaciones de costes aceptadas por la Comisión durante la negociación de los planes nacionales para la mejora de la educación digital difirieron "significativamente" de los costes reales soportados durante la ejecución.