Las comunidades autónomas que han desarrollado con mayor intensidad la economía del conocimiento registran una mayor renta por habitante que el resto y han resistido mejor la crisis en términos de renta, productividad y empleo, según un estudio elaborado por la Fundación BBVA y el Ivie. El informe 'La competitividad de las regiones españolas ante la economía del conocimiento' señala que, en líneas generales, el uso del conocimiento se ha intensificado en todas las regiones españolas, pero de manera muy desigual, lo que explica sus diferentes desempeños tanto a la hora de reducir las consecuencias de la crisis como de reactivar la recuperación.
Las diferencias en el peso de los activos basados en el conocimiento en el PIB regional tienen una importante capacidad explicativa de las diferencias en el PIB por habitante: a mayor empleo de capital humano y capital tecnológico, mayor productividad y mayor renta per cápita.
De estas manera, las regiones más especializadas e intensivas en los activos basados en el conocimiento (País Vasco, Madrid y Navarra) obtienen resultados económicos claramente superiores a la media española. Así, en PIB Madrid superaba en 2015 en un 36% la renta per cápita media nacional, mientras que en productividad del trabajo destaca País Vasco, un 26% por encima de la media.
Por el contrario, las comunidades en las que la economía del conocimiento ha penetrado más débilmente, como Castilla-La Mancha, Andalucía y Extremadura, presentan las cifras más bajas de productividad y renta per cápita.
En conjunto, España ha aumentado más de 20 puntos porcentuales la contribución de los activos basados en el conocimiento a su valor añadido bruto (VAB) en los últimos veinticinco años y dedica ya algo más de la mitad del valor de la producción a retribuir el capital humano y el capital de base tecnológico que emplea.
Sin embargo, ese porcentaje es mucho mayor en otros países avanzados, como Reino Unido, Estados Unidos o Corea, donde esos activos aportan más del 70% al VAB. Esta última cifra supera en 10 puntos porcentuales la de regiones más desarrolladas del país que, pese a sobresalir en el entorno español, no lo hacen en el internacional.
EJES DE LA ECONOMIA DEL CONOCOMIENTO
El informe articula la economía del conocimiento en torno a tres componentes principales: el capital físico de base tecnológica (maquinaria y, especialmente, las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC)), el capital humano de alta cualificación; y el desarrollo de actividades de I+D+i.
A partir del estudio de estos tres ejes y del resto de factores que influyen en el desarrollo de la economía del conocimiento, tanto macroeconómicos como microeconómicos, los autores consideran 27 variables que agrupan para construir cinco Indicadores Sintéticos de Competitividad: conocimiento y capital humano, innovación y TIC, factores de entorno, tejido empresarial, y resultados.
La aplicación de estos indicadores a cada una de las regiones ofrece una imagen de la competitividad basada en el conocimiento clasificada en tres niveles: alto, medio y bajo. El mapa resultante revela que solo tres regiones logran alcanzar un nivel alto en varios de los indicadores: Comunidad de Madrid, Navarra y País Vasco.
En concreto, en conocimiento y capital humano Madrid es la comunidad líder, aunque País Vasco también registra una nota alta, mientras que País Vasco y Navarra destacan por encima del resto en materia de tejido empresarial.
Tres comunidades autónomas (Madrid, País Vasco y Navarra) logran una nota alta en resultados, mientras que ninguna región lo hace en factores de entorno. En lo referente a Innnovación y Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) sólo Madrid logra una nota elevada.