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La agencia de calificación crediticia Moody's ha puesto en perspectiva 'negativa' la máxima nota de solvencia ('Aaa') de Alemania, Países Bajos y Luxemburgo, ante las mayores probabilidades de que Grecia abandone la eurozona y de que España e Italia necesiten asistencia por parte de los países más fuertes del bloque del euro. Por contra, la agencia ha ratificado la perspectiva 'estable' de la 'triple A' de Finlandia.

La calificadora de riesgos ha justificado esta decisión en el mayor riesgo de que Grecia finalmente acabe abandonando la eurozona, lo que supondría una amenaza material para el conjunto del bloque, así como por las cada vez mayores cargas asumidas por los países más sólidos de la eurozona como resultado de las políticas adoptadas por los líderes europeos en respuesta a la crisis. "Moody's sigue opinando que esta aproximación no dará un resultado estable y estará asociada con una serie de sacudidas, que, probablemente, serán de mayor magnitud a medida que persista la crisis", advierte la agencia.

"El deterioro continuado de las condiciones macroeconómicas y de financiación de España e Italia ha elevado el riesgo de que necesiten algún tipo de ayuda externa de unas proporciones materialmente mayores debido a la magnitud de estos países y el tamaño de sus deuda", añade.

VULNERABILIDAD DEL SISTEMA BANCARIO GERMANO

Asimismo, la agencia destaca en el caso de Alemania la vulnerabilidad del sistema bancario germano al riesgo de un empeoramiento de la crisis de deuda debido a su significativa exposición a España e Italia, así como su limitada capacidad de absorber pérdidas. De este modo, Moody's apunta que la 'locomotora europea' podría perder su posición de privilegio si el Gobierno alemán se viera obligado a prestar apoyo a la banca, así como si algún país abandonara la zona euro o en el caso de registrar un acusado aumento de los costes de financiación al perder la condición de 'refugio' para los inversores.

La decisión de este martes, se suma al anuncio del pasado 13 de febrero, cuando Moody's colocó en perspectiva negativa las calificaciones 'Aaa' de Austria y Francia, lo que deja a Finlandia como el único país 'triple A' de la eurozona que no ve amenazado su 'rating' a medio plazo. En este sentido, la agencia destaca el carácter excepcional de la economía finlandesa, con un sistema bancario de pequeñas dimensiones y orientado a la economía doméstica, así como su escasa exposición comercial a la eurozona, junto a sus esfuerzos para obtener garantías a cambio de su ayuda a otros socios.

ALEMANIA RESPONDE A MOODY'S

Tras hacerse público el toque de atención de Moody's a Alemania, el ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, ha respondido que la calificación de la agencia no tiene en cuenta la solidez de Alemania, cuya "sólida economía no ha cambiado" y que seguirá actuando como "ancla de estabilidad de Europa"."Los riesgos mencionados respecto a la zona euro no son nuevos y su valoración se centra princpalmente en riesgos a corto plazo", indicó Schaeuble, quien defendió además que las medidas adoptadas conducirá a una "estabilización sostenible".

El ministro alemán de Finanzas recibe este martes en Berlín a su homólogo español, Luis de Guindos, en un encuentro que coincide con el momento de mayor presión sobre España en los mercados de deuda

EL EUROGRUPO "TOMA NOTA" DEL AVISO DE MOODY'S

El Eurogrupo ha "tomado nota" de la decisión de Moody's de poner en perspectiva negativa la máxima nota de solvencia (triple A) de Alemania, Países Bajos y Luxemburgo y ha reiterado su compromiso de garantizar la estabilidad de la zona euro en su conjunto, según ha dicho este martes su presidente, Jean-Claude Juncker.

"Tomamos nota de la decisión de calificación de Moody's, que confirma la nota muy alta de la que disfrutan varios Estados miembros de la eurozona, respaldada por los fundamentos sólidos que éstos y otros países de la eurozona continúan teniendo", ha dicho Juncker en un breve comunicado.

"En este contexto, reiteramos nuestro fuerte compromiso de garantizar la estabilidad de la eurozona en su conjunto", ha resaltado el presidente del Eurogrupo, sin dar ninguna precisión. Se trata de una declaración inusual porque las instituciones europeas rechazan normalmente valorar las decisiones de las agencias de 'rating'.