El perfil más común de perceptor del salario mínimo interprofesional (SMI) es una mujer de 25 a 55 años que trabaja en el sector servicios con un contrato indefinido y vive en Andalucía, Madrid, Comunidad Valenciana o Cataluña, de acuerdo con un análisis del grupo parlamentario de Sumar a partir de datos del INE.
Según el documento -que se basa en datos de la encuesta de población activa y la de estructura salarial-, la subida del 5 % del salario mínimo hasta 1.134 euros en 14 pagas beneficiará a 2.466.000 trabajadores, el 14,4 % del total de asalariados.
Los principales beneficiarios serán las mujeres, los jóvenes, los trabajadores agrícolas y los contratados temporales.
El 64,6 % de los beneficiados por la subida son mujeres y la incidencia del SMI dentro de este grupo es del 19,3 % frente al 9,9 % de los hombres.
En el caso de los jóvenes, casi el 29 % de los asalariados menores de 25 años cobran el salario mínimo y el 18,1 % de los trabajadores entre 25 y 34 años.
La incidencia del SMI en la agricultura es del 36,1 %, mientras que en la industria y sobre todo la construcción es donde menos asalariados hay percibiendo la remuneración mínima debido a la poca presencia de trabajadores a jornada parcial en estas actividades y a que sus salarios suelen ser más altos que la media.
Los servicios concentran el 84,2 % de los trabajadores que cobran el SMI y la incidencia dentro del este sector es del 15,9 %.
La mejora experimentada por el salario mínimo entre 2018 y 2022 ha permitido reducir en casi cinco puntos la brecha salarial entre mujeres y hombres, hasta el 22,5 %.
Las mejoras del SMI también están ayudando a reducir las diferencias entre los que más y menos ganan en el mercado de trabajo. En 2022 esta diferencia fue la más pequeña desde 2007.