El PIB creció un 0,2% en el cuarto trimestre, una décima menos de lo esperado
En el conjunto de 2013 la economía española registró una caída del 1,2%
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha recortado una décima el crecimiento trimestral del PIB que avanzó para el cuarto trimestre de 2013, hasta situarlo en el 0,2%, frente al 0,3% estimado inicialmente.
No obstante, esta tasa supera en una décima la registrada en el tercer trimestre del año pasado (0,1%), con la que se puso fin a la segunda recesión de la crisis.
Tanto el consumo de los hogares como la inversión mostraron en el cuarto trimestre del año crecimientos trimestrales, del 0,5% y del 0,7%, respectivamente, igualando los avances logrados en el tercer trimestre.
No obstante, el gasto en consumo final de las administraciones públicas experimentó en el cuarto trimestre del año pasado un retroceso del 3,9%, en contraste con el crecimiento del 0,6% del trimestre anterior.
Las exportaciones sí que aceleraron su crecimiento trimestral, desde el 0,6% al 0,8%, pero no así las importaciones, que retrocedieron un 0,6%, frente al aumento del 2,1% que habían experimentado en el tercer trimestre de 2013.
Según los datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicados por el organismo estadístico, el PIB se contrajo una décima más de lo avanzado en tasa interanual, hasta el -0,2%, mientras que en el conjunto de 2013 la economía española registró una caída del 1,2%, tasa que coincide con la estimada por la institución que preside Luis María Linde y por el propio Gobierno.
Agregando las estimaciones correspondientes a los cuatro trimestres de 2013, el PIB a precios corrientes se situó en 1.022.988 millones de euros, con una variación en términos nominales del -0,6% y del -1,2 en términos de volumen respecto a 2012.La tasa interanual de la economía española (-0,2%) del cuarto trimestre de 2013 es casi un punto superior a la del tercero (-1,1%) y se aproxima a tasas positivas tras acumular ya diez trimestres consecutivos de caídas.
El INE ha explicado que esta desaceleración en el retroceso interanual del PIB es consecuencia de una aportación menos negativa de la demanda nacional, que pasa de -2,1 a -0,6 puntos, y de una contribución positiva, aunque decreciente, del sector exterior, cuya aportación se redujo seis décimas, hasta 0,4 puntos.
Uno de los principales componentes de la demanda nacional, el gasto en consumo, presentó en el cuarto trimestre del año pasado variaciones anuales menos negativas, incluso positivas en algunos casos.
En concreto, el gasto en consumo final de los hogares creció un 0,7% en el cuarto trimestre del año en tasa interanual, registrando su primer aumento interanual tras diez trimestres en negativo, gracias a la mejora generalizada de todos sus componentes y en línea con la evolución positiva de la remuneración de los asalariados, que creció un 0,8% frente al -3,3% del tercer trimestre.
Por su parte, el consumo final de las administraciones públicas descendió un 3,5% en tasa interanual en el cuarto trimestre del año, tras el avance del 0,2% experimentado entre julio y septiembre, mientras que la formación bruta de capital fijo moderó su caída hasta el 1,7%, frente a la disminución del 5,3% del tercer trimestre.
En concreto, la inversión en bienes de equipo y activos cultivados aceleró más de siete puntos su crecimiento interanual, hasta el 9,5%, mientras que la inversión en construcción amortiguó su descenso 1,2 puntos, hasta una tasa interanual del -8,6%. Asimismo, la inversión en activos fijos inmateriales avanzó un 6% tras tres trimestres consecutivos en negativo.
LAS EXPORTACIONES E IMPORTACIONES ACELERAN SU CRECIMIENTO
En el cuarto trimestre del año pasado, la contribución de la demanda exterior neta (0,4%) fue inferior a la del trimestre precedente en seis décimas. Las exportaciones de bienes y servicios aceleraron levemente su tasa interanual, desde el 3,5% al 3,7%, mientras que las importaciones crecieron un 2,7%, frente al aumento interanual del 0,6% del tercer trimestre.
Desde la óptica de la oferta, todas las ramas de actividad presentaron un mejor comportamiento que en el tercer trimestre. En concreto, el valor añadido bruto de las ramas industriales creció un 0,3% en el cuarto trimestre, frente a la caída del 0,8% registrada en el trimestre anterior, mientras que la construcción atenuó una décima su descenso, hasta el -7,7%.
Por su parte, los servicios mostraron un crecimiento del 0,5% tras seis trimestres de descensos, mientras las ramas primarias aumentaron un 4,1%, acelerando en más de tres puntos el avance del tercer trimestre (0,9%).
EL EMPLEO MODERA SU CAIDA
En cuanto al empleo, el INE asegura que esta variable, medida en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, recortó casi dos puntos su decrecimiento anual, hasta el -1,6%. Este resultado supone la reducción neta aproximada de 265.000 empleos a tiempo completo en un año.
En el cuarto trimestre, todas las ramas presentaron un mejor comportamiento del empleo. Así, la ocupación en los servicios moderó 1,6 puntos su contracción interanual, hasta el -0,6%, mientras que la construcción atemperó el recorte de puestos de trabajo desde el -11% del tercer trimestre al -7,8% del cuarto.
Por su parte, la industria recortó 1,5 puntos su contracción, hasta el -4,8%, mientras que las ramas primarias presentaron un descenso de la ocupación del 0,6%, frente al decrecimiento interanual del 1,1% del trimestre anterior.
SE MODERA LA PRODUCTIVIDAD
Según el organismo estadístico, la menor contracción del empleo ocupado se mantuvo también en el empleo asalariado, que cayó un 1,9% interanual en el cuarto trimestre, frente al descenso del 3,8% del trimestre anterior. Por su parte, el empleo no asalariado registró una contracción del 0,3%, una décima por debajo del periodo julio-septiembre.
Con todo, la productividad aparente por puesto de trabajo equivalente pasó del 2,2% del tercer trimestre al 1,5%, mientras que el crecimiento de la productividad aparente por hora efectivamente trabajada se situó en el 0,4%, frente al 2,2% anterior.
En este contexto, la remuneración de los asalariados pasó del -3,3% al 0,8% por el aumento de 1,9 puntos en la variación del número de asalariados (del -3,8% al -1,9%) y por la subida de 2,2 puntos en la remuneración media por asalariado (del 0,5% al 2,7%).
Así, el crecimiento del coste laboral por unidad de producto (CLU) aumentó hasta el 1,2%, lo que supone un punto más que el deflactor implícito de la economía, que se situó en el 0,2%, dos décimas menos.
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