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Según datos ofrecidos por la empresa de consultoría Kantar, en el año 2023 la marca blanca alcanzó una cuota del 43,7%, lo que supone cinco puntos más que dos años antes, cuando comenzó a dispararse la inflación. Todo hace indicar que el crecimiento seguirá en este 2024, si bien de una forma más moderada.

Aunque habitualmente el concepto de marca blanca se centra sobre todo en productos de alimentación, lo cierto es que su valor ha aumentado significativamente en todos los sectores, entre ellos el de descanso. Así lo refleja un reciente estudio de Factory Colchón, centrado en los barrios del interior de la M30 en Madrid, y que señala que un 60,3% de los encuestados asocian la marca blanca a una buena relación calidad-precio. Mientras, un 46% de quienes deciden elegir la marca blanca aseguran hacerlo principalmente por el precio.

El mismo estudio destaca que los colchones de marca blanca son una opción más de compra y solo un 3,7% de los encuestados afirma preferir los de una marca conocida. Y en esta decisión desempeña un papel muy importante que, de media, la marca blanca resulta un 40% más barata.

En paralelo, los encuestados que dan mayor importancia al precio estarían dispuestos a pagar un máximo de 299 euros por un colchón. Por su parte, quienes tienen como factor prioritario la relación calidad-precio se inclinan a hacer un desembolso que esté entre los 300 y 599 euros. En este sentido, la diferencia es clara: con 500 euros, el cliente puede comprar un colchón “de marca” de gama media y, por el mismo precio, uno de gama alta de marca blanca.

Tienda de Factory Colchón | TELEMADRID

Los datos de este estudio revelan una percepción cambiante de la realidad de la marca blanca. La mayor presencia mediática de las marcas fabricante las ha vinculado en el imaginario popular con los productos de mayor calidad. Sin embargo, esta condición también está presente en los artículos de marca blanca. Y este es un hecho que han podido constatar los propios consumidores.

Los beneficios de la marca blanca en el descanso

Conceptos como el de Factory Colchón reúnen, además, unas características que suman el precio más bajo, una calidad igual o mejor a la de las marcas habituales y proximidad al cliente. Su objetivo es claro: “apostamos porque cambiar de colchón y renovar tu descanso sea algo fácil, cercano, asequible y mejore tu descanso a través de la calidad de los materiales y su fabricación”.

En general, el concepto de marca blanca en el sector del descanso ofrece numerosos beneficios al cliente que favorecen una creciente implantación del modelo y reafirman la confianza del cliente en el mismo. Veamos los principales:

  • Precio. Indudablemente se trata de un factor decisivo, más en los tiempos que corren. Según un estudio de la consultora Nielsen IQ, las familias españolas apuestan cada vez más por valorar los precios de sus adquisiciones y reducir gastos. De esta forma, adoptan nuevas medidas para lograrlo. Un 34% de ellos aseguran comparar precios con mayor detenimiento que años atrás. Mientras, un 28% confiesa perseguir las opciones que ofrece mejores promociones.
  • Control sobre la calidad. Según los datos de NielsenIQ, España es el segundo país de Europa que más apuesta por la marca blanca, solo por detrás de Suiza. El tiempo ha demostrado que las líneas de producto de marca blanca diseñan y fabrican sus productos partiendo de estándares de la industria e incluso llegan a innovar por delante de las marcas fabricante.
  • Variedad de productos. La marca blanca en el sector del descanso suele ofrecer mucha diversidad de artículos. La prioridad es la calidad, el precio y la atención al cliente, quien, además, cuenta con diferentes opciones de compra: colchones, almohadas, somieres o canapés, entre ellas.
  • Diversidad de canales. Los productos de marca blanca tienen recorrido en diversos canales en el sector del descanso. Por un lado, la reducción de costes permite invertir en establecimientos físicos ubicados en puntos neurálgicos de las localidades, favoreciendo el acceso de los consumidores a los establecimientos. Por otro lado, el canal online se convierte en el complemento ideal para quienes prefieren valorar las opciones desde la comodidad de su hogar.
  • Personalización de la atención al cliente. En paralelo, la variedad de tiendas facilita una relación más directa con el consumidor, lo que le permite probar los productos y mantener interacciones humanas entre los especialistas del sector y las personas interesadas en los artículos.
  • Mayor agilidad en los procesos innovadores. La toma de decisiones en las empresas que trabajan con marcas blancas es, generalmente, mucho más rápida, ya que pueden reducir los tediosos procedimientos burocráticos vinculados a las marcas tradicionales. Esta mayor agilidad, sumada al contacto diario y directo con los clientes, les hace estar al tanto de las necesidades de los consumidores y de las tendencias del mercado, apostando por fórmulas innovadoras con más rapidez.