Sacyr anunció este lunes que ha vendido todas las acciones de Repsol que quedaban en su poder desde la última comunicación a la CNMV y que representaba un 2,9% del capital.
La operación de venta ha sido posible gracias al aumento del precio de los títulos de Repsol en las últimas sesiones, que ha compensado el coste de la liquidación de los derivados de opciones de venta (PUT) que actuaban como cobertura de la participación, según informó en un comunicado.
La venta reduce la deuda asociada a dichas acciones en 563 millones y deja a Sacyr un saldo positivo de caja de 58 millones de euros, que se destinarán a reducir deuda con recurso y a atender su plan de inversiones en concesiones.
Esta operación supone el cumplimiento de uno de los objetivos del Plan Estratégico 2021-25 de Sacyr, que es "mejorar la visibilidad del balance y la previsibilidad de la cuenta de resultados de la compañía".
Sacyr reforzará así su perfil concesional, que ahora aporta el 83% del Ebitda, reducirá la deuda con recurso y aumentará la retribución al accionista e integrará la sostenibilidad en toda su cadena de valor.
Una vez cerrada la salida de Repsol, Sacyr se centrará "aún con más fuerza y determinación" en el cumplimiento del resto de objetivos de su Plan Estratégico y en su consolidación como un desarrollador y operador de concesiones líder a nivel global.