Trabajo confía en pactar la reforma laboral con la patronal pese al desacuerdo en pensiones
El Ministerio de Trabajo y Economía Social confía en “dar la sorpresa” y llegar a un acuerdo para la nueva reforma laboral, no sólo en el seno del Gobierno sino con la patronal, pese a que ayer los empresarios se desligaron del acuerdo entre el Ejecutivo y los sindicatos para incrementar las cotizaciones sociales 0,6 puntos, cinco décimas aportadas por la empresa y una por el trabajador, para dotar de nuevo el fondo de las pensiones.
Fuentes ministeriales consultadas por Servimedia explicaron que el desacuerdo por las pensiones no tiene por qué afectar a la mesa del diálogo social en lo que respecta a la reforma laboral, ya que se trata de dos cauces y contenidos independientes entre sí; el de las pensiones ni siquiera le compete al Ministerio de Yolanda Díaz, sino al de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, que encabeza José Luis Escrivá.
Las fuentes mencionadas subrayaron que los trabajos respecto a la reforma laboral ya llevan mucho tiempo en marcha, desde marzo, y dejaron entrever que muchas de las diferencias ya están limadas para alcanzar un acuerdo que respete el pacto de Gobierno firmado por el PSOE y Unidas Podemos en enero de 2023 y la redacción del llamado Componente 23 del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que comprometió el Ejecutivo con la Comisión Europea.
Según explicaron, tanto un texto como el otro no son cerrados, y por lo tanto, si no se interpretan de una forma demasiado extrema, “hay margen” para que los agentes sociales y el Gobierno lleguen a un acuerdo. Así ocurriría, por ejemplo, con la temporalidad, que no es un concepto que se traduzca en “blanco o negro”, sino que se puede regular mediante una aproximación o un intervalo que sea el punto medio entre los intereses de las partes.
Las fuentes consultadas dijeron confiar también en que se llegue a un acuerdo para sancionar la ultraactividad de los convenios, que quedó derogada en la regulación de 2012, y sí reconocieron que habría que negociar una solución concreta, un blanco o negro, en cuanto a si vuelven a prevalecer los convenios sectoriales sobre los de empresa, una prioridad que también fue anulada en 2012. No obstante, en el Ministerio se muestran optimistas acerca de que se vaya a llegar a esa solución consensuada entre las partes, a diferencia de lo que ocurrió ayer con el aumento de las cotizaciones sociales.
Esta semana, curiosamente, la mesa del diálogo social se reunirá dos días, el miércoles habitual y también el viernes, en los que se espera una larga negociación dentro de lo que parece un intento de acelerar las conversaciones para cumplir con el objetivo que en distintas ocasiones ha expuesto la propia Díaz de llegar a un acuerdo definitivo sobre la reforma laboral en noviembre.
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