Un hombre ajustando la calefacción | EUROPA PRES
(Actualizado

Los españoles de tres de cada cuatro hogares han cambiado sus hábitos con la intención de reducir la factura de la luz y el gas dada la subida en los precios de la energía: ponen menos la calefacción y reducen, por ejemplo, el uso del horno, entre otros ejemplos.

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Es más, en el 6 % de los hogares se ha cambiado en los últimos meses el sistema de calefacción por otro más económico, y en un 21 % se lo está planteando. Un 3 % de las familias ya ha dado el paso estos meses de instalar paneles solares fotovoltaicos y otro 26 % lo está valorando.

Estos son algunos de los resultados de una encuesta realizada entre el 14 y el 16 de marzo por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) a un total de 1.229 personas de entre 25 y 74 años.

Ante esta situación, OCU pide al Gobierno la suspensión inmediata de todos los impuestos de la energía y la intervención en los mercados que fijan el precio de la luz, además de la aplicación automática del bono social eléctrico a todos los hogares que tengan derecho a disfrutarlo.

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La organización calcula que más de un millón de hogares no se benefician del bono social por falta de información, dificultades para tramitar la solicitud o la exclusión tecnológica.

Para atenuar estas subidas, OCU recomienda una serie de pautas a los consumidores y de esta forma reducir la factura de la luz en alrededor de 44 euros al mes. Estas son algunas de ellas:

  • Revisar la factura: consultar en un comparador de tarifas si la que tiene actualmente es competitiva. Para un hogar con 4,6 kW de potencia contratada y un consumo anual de 3.500 kW, el ahorro medio es de 37 euros al mes contratando la más ventajosa, e incluso, según la OCU, el ahorro podría incluso llegar a triplicarse si se tiene alguna de las tarifas más caras del mercado.
  • Contratar la potencia adecuada: consultar en la factura el pico de potencia máximo en los últimos doce meses, y si es inferior a la potencia contratada solicite su reducción en el horario punta.
  • No cambiarla para el horario valle, ya que apenas se notará en la factura y a cambio, si se necesitara, se podrá volver a subir en el futuro la potencia en horario punta casi sin costes y sin muchos papeleos. Pueden ahorrarse, según la OCU, otros tres euros al mes por cada kW de potencia reducido.
  • Modificar los hábitos de consumo: los usuarios con tarifa regulada (PVPC) y con tarifa libre indexada deberían de tratar de limitar además su consumo eléctrico en horario punta (laborables de 8 a 14 horas y de 18 a 22 horas. También es aconsejable, según OCU, desenchufar los aparatos que no se utilizan -otro sobrecoste de alrededor de cuatro euro al mes- o seleccionar los programas Eco en la lavadora y el lavavajillas, que reducen un 40 % el consumo eléctrico.
  • Priorizar la compra de electrodomésticos eficientes: antes de adquirir un nuevo electrodoméstico es aconsejable comprobar la letra de su etiqueta energética. Por ejemplo, un frigorífico con etiqueta A consume alrededor de 50 euros al año menos que otro con una etiqueta G. Este ahorro permite amortizar el mayor precio del aparato más eficiente en diez años.
  • Valorar la instalación de paneles fotovoltaicos: es una opción a tomar muy en cuenta en viviendas unifamiliares donde residan al menos tres personas, según la organización.
  • A pesar de que la inversión inicial sea elevada, existen ayudas públicas que permiten amortizar el coste de la compra y la instalación en menos de diez años (ocho años si se mantienen los precios actuales de la electricidad).