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El presidente saliente del BCE, Jean-Claude Trichet, afirmó que la crisis europea de la deuda ha alcanzado una dimensión sistémica y las tensiones se extienden a los mercados de capitales de todo el mundo, por lo que hay que coordinar esfuerzos para recapitalizar la banca. "La crisis ha alcanzado una dimensión sistémica", dijo Trichet ante la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios de la Eurocámara en calidad de director del Consejo Europeo de Riesgo Sistémico (CERS).

En los últimos meses, dijo, la presión sobre los estados soberanos ha pasado de economías pequeñas de la Unión Europea (UE) a más grandes. "Hay evidentes señales de presión o de estrés en muchos mercados de bonos de estados europeos y la volatilidad en los valores indica que hay tensiones que se están extendiendo a los mercados de capitales en el mundo entero", indicó.

La "sequía crediticia" ha agravado además el acceso a la financiación en los mercados y la interconexión de los sistemas financieros en la UE "ha aumentado el riesgo de contagio", señaló. Eso "amenaza la estabilidad financiera de la UE y también incide negativamente en la economía real de Europa y más allá de Europa", sostuvo Trichet. "La crisis es sistémica y tiene que abordarse con determinación. Los gobiernos y las autoridades nacionales, así como las instancias europeas tienen que estar a la altura de la situación y actuar con rapidez. Si hay más atrasos eso solo agravará la situación", recalcó.

Para ello, según el director de la CERS, los países miembros de la eurozona deben ejecutar plena y rápidamente las medidas acordados el 21 de julio, en las que concretaron el segundo rescate a Grecia y ampliaron los poderes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para que pueda conceder préstamos a los gobiernos para recapitalizar bancos e intervenir en el mercado secundario. Además, opinó Trichet, tiene que haber una política presupuestaria creíble y sostenible y los países tienen que tomar medidas estructurales para fomentar el crecimiento y así robustecer la credibilidad de las emisiones soberanas de los estados.

LÍNEA DE CRÉDITOS PARA ESPAÑA E ITALIA

El Fondo Monetario Internacional (FMI) trabaja en una propuesta de cara a la próxima cumbre del G-20, que se celebrará en la localidad francesa de Cannes los días 3 y 4 de noviembre, que pondría a disposición de los países bajo la presión de los mercados una nueva línea de créditos a corto plazo para prevenir el contagio de la crisis, según informa el diario 'The Wall Street Journal', que precisa que en el caso de España e Italia el importe combinado de dicho 'cortafuegos' ascendería a 100.000 millones de dólares (75.000 millones de euros) desde 2012.

"Los inversores creen que Grecia suspenderá pagos en las próximas semanas, lo que encarece la financiación de otros gobiernos europeos y aumenta la incertidumbre sobre el estado de la banca europea y la posibilidad de una nueva recesión global", explica el periódico, que subraya el interés del FMI, que ya concede créditos a largo plazo a países como Grecia, Portugal o Irlanda, en contar con una herramienta de crédito que le permita conceder créditos a corto plazo a países para prevenir potenciales crisis. El diario de cabecera de Wall Street, que cita fuentes financieras y de la propia institución dirigida por Christine Lagarde, explica que el plan del FMI pondría a disposición de los gobiernos créditos a corto plazo por importe equivalente a prácticamente el triple de la contribución de cada país a la entidad.

"Así, el FMI podría ofrecer unos 50.000 millones de dólares (37.500 millones de euros) agregados a España e Italia", que podrían complementarse con fondos procedentes del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) y/o del Banco Central Europeo (BCE), señala el diario, que apunta que "la línea de crédito para estos dos países podrían duplicarse hasta unos 100.000 millones de dólares combinados cuando sus contribuciones al FMI se incrementen a partir del próximo año".A este respecto, el rotativo indica que, a pesar de que estas líneas de crédito serían relativamente modestas en comparación con el importe del FEEF (440.000 millones de euros), servirían para proteger a países como España e Italia de una crisis completa, así como ayudar a economías emergentes como Corea del Sur, afectadas por la volatilidad global, pese a la solidez de sus fundamentales.

Este programa contaría con el apoyo provisional de los principales líderes económicos mundiales, que podrían dar su visto nuevo a la nueva herramienta de préstamo en la próxima reunión del G-20, que se celebrará en Cannes el 3 y el 4 de noviembre, según confirmaron tres representantes de países miembros del club de las economías más industrializadas.