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El primer ministro griego, Alexis Tsipras, pone en duda la voluntad del Fondo Monetario Internacional (FMI) para alcanzar un acuerdo con Grecia, en vista de las reservas que está planteando al plan de reformas griego.

Fuentes gubernamentales señalaron que poco antes de partir hacia Bruselas, Tsipras dijo a su equipo en relación con la "perseverancia de algunas instituciones" de no aceptar medidas alternativas para lograr el objetivo de ahorro estipulado en el programa de rescate que "esto no ha ocurrido nunca, ni en Irlanda ni en Portugal, en ningún sitio".Tsipras añadió que este "comportamiento extraño solo puede tener dos explicaciones: o no quieren acuerdo o quieren servir a intereses específicos en Grecia".

El primer ministro aludió con ello a los problemas que está planteando el FMI que cree que el plan griego se ha centrado demasiado en elevar la presión fiscal, mediante subidas del IVA y de los impuestos empresariales, en lugar de reducir el gasto público, por ejemplo, en el coste de las pensiones.

El ministro de Trabajo, Panos Skurletis, afirmó en declaraciones a la radio pública que "la insistencia del FMI en recortar todas las pensiones hace el acuerdo políticamente problemático".

Estas declaraciones se producen horas antes de que Tsipras se reúna en Bruselas con los líderes de las tres instituciones, Christine Lagarde, del FMI, Mario Draghi, del Banco Central Europeo, y Jean-Claude Juncker, en un intento por evitar que el acuerdo fracase en el último momento.Mientras, en Atenas diversos representantes del Gobierno defendían hoy desde los medios el plan presentado a los socios y las concesiones que ha tenido que hacer el Ejecutivo.

El ministro adjunto de Exteriores y coordinador por parte de Grecia en las negociaciones, Euklidis Tsakalotos, instó desde la televisión pública ERT a los militantes de Syriza y a los ciudadanos a no prejuzgar el acuerdo y "esperar hasta que se firme para tener una idea global".

"El logro más importante es que se reduce el superávit primario del 3% al 1% este año, y del 4,5% para 2016 y los años subsiguientes, al 2% en 2016 y al 3% en los próximo años", destacó Tsakalotos, en alusión a que las instituciones habían cedido sustancialmente respecto a los objetivos iniciales.Esta reducción de los objetivos para el superávit primario "permitirá al país volver más fácilmente al crecimiento", añadió Tsakalotos.

El portavoz del grupo parlamentario de Syriza, Nikos Filis, destacó en declaraciones en el Parlamento que "algunos europeos intentaron durante cinco meses sin éxito derribar al Gobierno de Syriza" y añadió que lo más importante es lograr un acuerdo "que permita a Grecia volver al crecimiento y hacer sostenible la deuda".

En cuanto al ministro de Reconstrucción Productiva y líder del ala radical de Syriza, Panayotis Lafazanis, para la firma de un acuerdo hay tres condiciones: el fin de la austeridad, una fuerte inyección de liquidez a la economía y una quita importante de la deuda.

El diputado del nacionalista Griegos Independientes, el socio menor en el Gobierno, Pavlos Jaikalis apostilló que "si (el acuerdo) no prevé la sostenibilidad de la deuda no será aprobado por el Parlamento".

REUNIÓN DEL EUROGRUPO

Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona evalúanlas propuestas de Grecia después de que las instituciones y los expertos griegos trabajaran las últimas 48 horas en afinarlas y calcularlas, a fin de tratar de pactar un acuerdo político de cara a la cumbre de líderes del jueves.

Las propuestas griegas, calificadas de "buen punto de partida" para un acuerdo por el Eurogrupo extraordinario celebrado el lunes y por los líderes reunidos posteriormente en una cumbre urgente de la zona del euro, abren la vía a un acuerdo, al menos político, entre Atenas y sus acreedores.

La eurozona espera que el acuerdo se produzca esta misma semana y por ello todos los ojos están puestos ahora en el Eurogrupo, que comenzará a las 17.00 GMT. Todos los líderes de la eurozona han advertido el lunes que queda mucho trabajo técnico por delante y lo más probable es que hoy aún no se habrá finalizado a nivel técnico todos los detalles.

Quedan cuestiones abiertas, entre ellas las discrepancias del FMI en algunos aspectos, tal y como han reconocido fuentes europeas y de la eurozona.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, se mostró el martes "convencido" de que se alcanzará un acuerdo con Grecia esta misma semana, pero recordó que "queda trabajo por hacer", comenzando por la subida del IVA, para fijar las condiciones que puedan ser presentadas para su aprobación.

Otras cuestiones pendientes se refieren a la financiación y a la sostenibilidad de la deuda, aspectos cruciales para el Gobierno de Alexis Tsipras, sobre todo después de haber cruzado algunas de las consideradas líneas rojas en cuanto al IVA y las pensiones para acercar su postura a la de sus acreedores.

Los líderes esperan poder refrendar un acuerdo en su cumbre del jueves, pero la canciller alemana, Angela Merkel, ha dicho que no sabe si será posible, pese a la urgencia que imprime a las negociaciones el hecho de que el programa griego expire el próximo día 30 y que Atenas debe pagar al FMI 1.600 millones de euros ese mismo día teniendo las arcas vacías.

Para facilitar ese acuerdo, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, se reunirá hoy con los presidentes del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, y del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, así como con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Regling.

Fuentes europeas han confirmado que Tsirpas se sumará después a la reunión de las instituciones.