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La Agencia Federal Financiera de la Vivienda (FHFA, por sus siglas en inglés) presentó hoy demandas contra 17 grandes bancos y entidades financieras de Estados Unidos en busca de compensaciones por las pérdidas generadas por las hipotecas de alto riesgo.

Entre los bancos demandados figuran Bank of America, Citigroup, Barclays y Nomura, a los que se les acusa de vender activos respaldados por hipotecas de alto riesgo a los gigantes hipotecarios ahora nacionalizados Fannie Mae y Freddie Mac, y ocasionar pérdidas millonarias durante la crisis financiera que estalló en 2008.

La FHFA explicó en una nota de prensa que estas instituciones financieras vendieron hipotecas tóxicas valoradas en 189.000 millones de dólares.

La agencia federal argumenta en la demanda que los títulos vendidos a Fannie Mae y Freddie Mac, respaldados por estas hipotecas de alto riesgo, "contenían informaciones económicamente falsas o engañosas y omisiones".

Entre ellas, se señalan "afirmaciones que significativamente sobrevaloraban la capacidad de los prestatarios para hacer frente a la hipoteca".

Fannie Mae y Freddie Mac invirtieron en esos títulos creyendo que eran seguros. El dinero que recibían los bancos por los títulos les permitían conceder más créditos.

De acuerdo con el documento, Bank of America habría vendido 6.000 millones de dólares de estos activos engañosos; Merrill Lynch & Co., 24.800 millones; y Citigroup, 3.500 millones.

No es la primera de las acciones emprendidas por el organismo federal, que gestiona los gigantes hipotecarios desde 2008, año en que tuvieron que ser nacionalizados para salvarlos de una quiebra catastrófica a causa del estallido de la burbuja financiera.

El pasado mes de julio la agencia gubernamental demandó al banco suizo UBS por pérdidas valoradas en 900.000 millones de dólares.

El Tesoro de EEUU afirmó en febrero pasado que Fannie Mae y Freddie Mac, que respaldan conjuntamente en torno a 30 millones de préstamos hipotecarios con un valor superior a los 5,5 billones de dólares, han superado ya el peor momento de sus pérdidas, que cifró en cerca de 200.000 millones de dólares