El 70% de los consumidores piensa que los bancos no son ni solventes ni fiables, según una encuesta realizada por Ceaccu sobre los hábitos y nivel de información y confianza de los consumidores en la contratación de productos de ahorro o inversión.
El estudio concluye que, desde el comienzo de la crisis, la desconfianza de la población ha aumentado hasta el punto de que un 55% de los entrevistados no confía en la información que le proporciona su propia entidad bancaria.
Así, un 41% consulta otro tipo de fuentes antes de contratar un producto, mientras que un 17% procura diversificar más los ahorros y un 16% procura no tener todos los ahorros en entidades bancarias y decide disponer de parte en efectivo en casa.
Del estudio se desprende que el 81% de las personas que trabajan con algún banco, lo hacen exclusivamente con uno. La edad media de relación es ligeramente superior a los 17-20 años, según sea banco o caja.
La banca tradicional (presencial) es la que se utiliza mayoritariamente con algo más del 90% de los encuestados, mientras que la banca online alcanza un uso del 32% y es principalmente gente joven, de mediana edad y con alto nivel de estudios quienes trabajan con ella.
El incremento en el uso de la banca online se refleja en la formalización de contratos a través de Internet, ya que el 23% al menos lo ha realizado de manera esporádica. Aún así, los contratos se siguen formalizando generalmente en la propia oficina y únicamente el 3% no lo realiza nunca en las sucursales.
En cuanto a los productos financieros analizados, los consumidores consideran que la fuente de información que más les influyó, o que más les puede influir, es el asesoramiento que les ofrecen en su entidad bancaria habitual. Esta opinión se acentúa cuanto más complejo es el producto que se está contratando: entre el 79% y el 52%, según el producto.
INFORMACION DE PRODUCTOS
Sobre la calidad de la información que ofrece la entidad bancaria, se considera menos adecuada cuando se trata de productos como los fondos de inversión y los títulos. En el caso de estos mismos dos productos, las personas que los contratan consideran que no disponen de una buena información sobre los conceptos por los que le cobra la entidad.
Cerca del 30% no conoce este derecho a disponer de la información verbal también por escrito y algo más del 3% piensa que la entidad sólo tiene la obligación de dar por escrito la información básica.
De las personas que recuerdan haber cumplimentado el cuestionario para comprar un producto de inversión, cerca del 70% afirma que en ningún momento se le informó de que podría perder los derechos de la inversión. En cuanto a conocimiento de los distintos productos financieros, el consumidor relaciona la bolsa y la compraventa de acciones con riesgo (90%) y depósitos con seguridad (95%).
Las diferencias entre depósitos a plazo fijo, estructurados e indexados, son desconocidas por más del 50%. Poco más del 10% afirma que conoce las diferencias entre los dos tipos de depósitos a plazo fijo y el 36% sabe que existen diferencias pero no saben concretar cuales son.
CONFUSION ENTRE PLANES DE PENSIONES Y JUBILACION
Igualmente, sigue habiendo desconocimiento entre las características De los planes de pensiones y de jubilación, ya que el 47% de los encuestados cree que el plan de pensiones se puede rescatar y el 54% cree que los planes de jubilaciones tienen ventajas fiscales.
Además, cerca del 55% de las personas entrevistadas no conocen la existencia de un fondo de garantía en el caso de quiebra de la entidad bancaria y sólo el 32% considera que las inversiones en arte, joyas, sellos y bosques naturales, entre otras cosas, no tienen ningún tipo de garantía.
Por otro lado, el 60% cree que los gastos de seguro multi-riesgo del hogar y seguro de vida de los préstamos hipotecarios son obligatorios, cuando el único realmente obligatorio es el seguro de incendios, que es, además, al que menos obligatoriedad se le atribuye.
En general, cuando se ha acudido a la firma de algún tipo de crédito, no es habitual que el notario advierta de la existencia de alguna cláusula abusiva en el contrato durante la firma de un crédito, sólo ocurre en el 19% de los casos.