La economía española se desaceleró en el segundo trimestre del año y creció un 0,2% intertrimestral, una décima menos que en los primeros tres meses del año. En tasa interanual, el PIB español también se dejó una décima y creció un 0,7%, según el último Boletín Económico del Banco de España.
El banco emisor apunta a un "debilitamiento de la actividad" en el segundo trimestre de este año en un entorno marcado por el "agravamiento de la crisis de la deuda soberana en la zona euro".
Según explica, parte de esta desaceleración se debe al retroceso de la demanda nacional (-1,9% interanual), más pronunciado que en el trimestre anterior.
BANCO DE ESPAÑA RECLAMA A EUROPA "DECISIÓN"
El Banco de España considera que la superación del actual clima adverso derivado del recrudecimiento de la crisis de deuda depende de que, a nivel europeo, se pongan en marcha "con decisión y claridad" los compromisos acordados en la Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del pasado 21 de julio, aunque avisa de que "la contención de los procesos de contagio exige también respuestas enérgicas de las políticas económicas nacionales".
En el Boletín económico correspondiente a los meses de julio y agosto, la institución gobernada por Miguel Angel Fernández Ordóñez señala que el aumento de la incertidumbre en los últimos meses "ha acentuado" los riesgos a la baja sobre el crecimiento, y advierte de que las posibles repercusiones de las tensiones en los mercados de deuda soberana sobre la economía real "son la fuente principal de riesgos".
Así, a nivel interno, recuerda que a lo largo del último año se han adoptado en España "importantes reformas" en el ámbito fiscal y de pensiones, en el mercado de trabajo y en el sistema financiero, pero considera que "una pronta y ambiciosa culminación de las mismas contribuiría a reducir la incertidumbre y a restablecer una situación de crecimiento más sólida".
En resumen, el Banco de España señala que la evolución económica de los últimos meses dibuja una situación cíclica de recuperación "débil", apoyada en el dinamismo de la demanda exterior neta. Este patrón de salida de la crisis refleja la corrección de los desequilibrios macroeconómicos acumulados, "cuya culminación resulta imprescindible para restaurar una pauta de crecimiento sostenido, aun cuando limite la capacidad de crecimiento a corto plazo".