Tras los esfuerzos llevados a cabo en los últimos años, la banca española ha demostrado hoy su solvencia en los test de estrés europeos y su capacidad para resistir una hipotética situación de turbulencias económicas.
Los seis grandes bancos españoles que han participado en el examen -Santander, BBVA, CriteriaCaixa, BFA-Bankia, Sabadell y Popular- resisten holgadamente el escenario más adverso, pues son capaces de mantener a finales de 2018 un nivel de capital de máxima calidad CET 1 de al menos el 5,5 %, el mínimo que exige el mercado.
Entre estas entidades, BFA-Bankia, con una ratio del 9,6 % teniendo en cuenta los futuros requerimientos legales, lo que en el argot se conoce como "fully loaded", es la más solvente.
Para su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, estos resultados demuestran la capacidad de la entidad para mantener unos altos niveles de solvencia incluso "ante un hipotético escenario de deterioro muy profundo de la economía".
Ello es posible, considera el banquero, porque el grupo ha doblado su solvencia entre 2013 y 2015 gracias a los beneficios obtenidos, la reducción de activos no estratégicos y la generación de 6.755 millones de euros de capital.
A continuación figuran el Santander y BBVA, ambos con un 8,2 %, aunque con diferencias, puesto que el primero es de entre los grandes bancos del Viejo Continente el que menos capital destruye en el escenario adverso y el quinto de todos los analizados, mientras que en el segundo el deterioro es más acusado.
El Banco Sabadell, con un 8 % en el peor de los casos, ocupa el cuarto puesto en este ránking de solvencia de la banca española, por encima de CriteriaCaixa, que se quedaría con un 7,8 %.
En este último grupo se incluye CaixaBank, entidad que asegura que su nivel de capital de máxima calidad CET 1 alcanzaría el 8,5 % a finales de 2018 en el peor escenario previsto en los test de estrés y teniendo en cuenta los futuros requerimientos.
El banco hace esta simulación porque la EBA no ha medido su solvencia en solitario, sino la del conjunto del grupo CriteriaCaixa, al igual que ha pasado con BFA-Bankia.
En último lugar aparece el Banco Popular, que se queda con un 6,6 % en el escenario adverso, sin tener en cuenta la ampliación de capital llevada a cabo este año; de lo contrario, su solvencia sería del 9,5 %.
En los test de estrés publicados hoy, a los que se han sometido 51 entidades de 15 países de la UE, no ha habido aprobados ni suspensos, aunque sí suficiente información para que el mercado conozca las fortalezas y debilidades de las entidades.
Las pruebas de la EBA consisten en medir la capacidad de aguante de la banca a un escenario base en el que la economía no dé grandes sorpresas y otro estresado, realmente el más interesante, para valorar su capacidad de resistir futuras turbulencias económicas.
Los seis grandes bancos españoles han tenido que hacer frente a un hipotético escenario en el que el PIB avanza este año un 0,6 %, entra en recesión en 2017 con una caída del 0,8 % y apenas crece en 2018; tres ejercicios en los que el paro sería superior al 21 %.
En el conjunto de la Unión Europea (UE), lo que incluye a Reino Unido, se ha previsto una contracción del 1,2 % este año y del 1,3 % en 2017; en 2018 la economía subiría el 0,7 %.
Más duras aún son las condiciones para Latinoamérica o Turquía, lo que afecta especialmente a Santander y BBVA, puesto que el primero ha tenido que aguantar un escenario en el que la economía de Brasil se hunde un 5,9 % en 2016 y un 0,4 % en 2017, antes de crecer un 2,8 % en 2018.
BBVA, por su parte, ha resistido una hipótesis en la que el PIB turco se desploma un 4,4 % en 2016, aunque crecería un 0,9 % y un 3,4 % en los dos años siguientes, mientras que en México, su principal fuente de ingresos, la economía caería un 0,3 % en 2016 y avanzaría un 0,8 % y un 2,7 % en 2017 y 2018, respectivamente.