Los jubilados vascos que se movilizan los lunes en demanda de unas pensiones dignas, de al menos 1.080 euros, han considerado hoy "inaceptable" que dichas pensiones "se dejen en manos de una negociación presupuestaria entre partidos políticos".
En un comunicado leído en Bilbao, el movimiento de pensionistas de Vizcaya ha opinado sobre el incremento de las pensiones alcanzado la semana pasada en un acuerdo entre el PNV y el PP, y lo han considerado "claramente insuficiente" ya que no garantiza un sistema público de pensiones "por mucho autobombo que los firmantes derrochen en los medios de comunicación".
"Las pensiones no son una moneda de cambio en la lucha partidista; el derecho a una pensión no se negocia, se ejerce", se indica en la declaración, en la que también se puntualiza que han sido los propios jubilados con sus movilizaciones los que "han colocado las pensiones en la agenda política".
Dicho acuerdo, según han criticado, no garantiza que las pensiones se revaloricen en función del IPC después de 2019; no afecta a las pensiones que se complementan con la RGI en Euskadi, y no elimina el factor de sostenibilidad sino que lo retrasa hasta 2023.
Mantienen su exigencia de una pensión mínima de 1.080 euros y la revalorización según el IPC, y han recordado que uno de cada tres pensionistas cobra menos que el actual salario mínimo interprofesional, cifrado en 735 euros, y un 52 por ciento cobra una pensión que no llega a 1.000 euros. En el caso de las viudas "la realidad es especialmente grave ya que cobran un 70 por ciento menos que los hombres".
Por ello llaman a seguir con las movilizaciones de los lunes y a volcarse con las manifestaciones convocadas en diferentes ciudades el 5 y el 26 de mayo. Otros asistentes han mantenido que la subida pactada en el acuerdo es "algo", pero continuarán movilizándose hasta que las pensiones queden "blindadas" en la Constitución. "Los 1.080 euros y el blindaje son innegociables", han comentado.
En la concentración también se ha leído un comunicado de solidaridad con la víctima de la Manada y su familia, a quienes les han lanzado el mensaje de que "no están solos".