Hasta ahora cambiar de banco podía convertirse en una pesadilla.Trasladar una cuenta corriente de una entidad a otra implicaba, primero, solicitar la apertura de una nueva;cancelar la antigua; y, finalmente, migrar la nómina, los recibos, contratar nuevas tarjetas e informar a los pagadores y acreedores del nuevo número. La banca, tal y como la conocemos ahora, puede tener los días contados. A partir de ahora el cliente no tendrá que hacer una transferencia en efectivo, ni tendrá que trasladar físicamente el dinero al nuevo banco. Las transferencias periódicas y las domiciliones migrarán sin coste alguno para el cliente. La portabilidad, de un modo parecido al que vemos en las compañías telefónicas, llegará en los próximos días al sistema financiero español.
La nueva normativa, está basada en una directiva comunitaria y legisla el “traslado de las cuentas de pago”. La norma “trata de fomentar una movilidad financiera a largo plazo efectiva y fluida, estableciendo un conjunto de normas uniformes que hagan frente a la escasa movilidad de los clientes”. Se podrá realizar entre entidades financieras que operan en España. El plazo para que los bancos ejecuten el traslado está fijado en 13 días y no supondrá ningún coste para el cliente. La principal diferencia con los servicios de telefonía radica en que el cliente no podrá conservar el mismo número de cuenta, aunque sí todos los servicios vinculados a ella. La tarjeta de crédito si se cancela y el cliente deberá solicitar otra en la nueva entidad.
Una buena noticia para los consumidores que estimulará la competencia entre entidades financieras.