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El presidente de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (LAE), Aurelio Martínez, explicó este viernes que finalmente se adoptó la decisión de no salir a Bolsa porque "no hemos querido malvenderla". En una rueda de prensa, Martínez indicó que se acordó esa decisión de no salir porque "los valores que ofrecían los inversores no se aproximaban ni tangencialmente" a los que ellos tenían del precio de la empresa.

El Ejecutivo decidió el pasado miércoles suspender la salida a bolsa del 30% de Loterías ante la expectativa de que la demanda no alcanzara los 7.000 millones previstos.

Martínez ofreció una explicación pormenorizada de la operación y, ayudándose de una pizarra, explicó punto por punto y de una manera muy gráfica, la situación de la empresa. Afirmó que la compañía cumplía con "todos" los requisitos para salir al parqué, así como las exigencias que demandaban los bancos coordinadores y los posibles inversores.

"Si la salida al final no se ha producido no ha sido porque nosotros no hayamos cumplido con todo los plazos que teníamos planificados para que ayer hubiéramos podido presentar el folleto de la CNMV. Pero no estábamos dispuestos a vender por debajo del precio de los libros. No ha sido posible, debemos aceptarlo", aseveró.

El presidente de esta compañía recalcó que se han "cumplido escrupulosmente" todos los calendarios y requisitos hasta este miércoles, que fue cuando se dio marcha atrás a la operación.

Martínez, pese a admitir la influencia del volátil contexto de los mercados, reconoció que no tenía "ni idea" de los cambios que han podido llevar a los inversores en los últimos días para decir ahora que "el contexto (mercado) ya no era tan propicio" y que valoraban la compañía en 17.000-20.000 millones de euros, cuando antes hablaban de hasta 23.000-4.000 millones.

Además, confesó que, este lunes, los colocadores le transmitieron la conveniencia de reducir el tramo de colocación de Loterías del 30% al 20%, pero que fue rechazado porque la CNMV -recordó- recomienda un mínimo del 25%.

"Las valoraciones eran inaceptables para una compañía como la nuestra, con cero endeudamiento y muchas más fortalezas que otras compañías que sí se han estrenado en Bolsa".

Martínez insistió en que Loterías se había propuesto no salir a bolsa en "ningún caso por debajo del valor de libros, que era de entre 20.000 y 23.000 millones.

Dijo no entender el cambio de opinión de las entidades colocadoras aunque apuntó que la salida de Loterías suponía una acción que "hubiera competido directamente con los pasivos bancarios" y que ello lo probó al ir a varias sucursales donde no le ofrecieron información de la salida a Bolsa de Loterías.

Aunque en todo momento insistió en que el precio fue la clave de la suspensión de la operación, reconoció que a los inversores quizás les pudo afectar y pesar la "presión" del Partido Popular de que cambiaría la operación en el caso de llegar al Gobierno.

En su explicación, detalló que los gastos de esta operación se dividen en asesoramiento, rondando el millón de euros; y en publicidad, donde el máximo fijado era 10 millones de euros. Martínez apuntó que parte del material de la campaña, será reutilizado en próximas campañas, sobre todo en lo concerniente a la imagen corporativa.

Tras apostar por la privatización de Loterías, Martínez dijo que "técnicamente es complicado" recuperar el proceso de salida a Bolsa pero que no se puede descartar nada por completo.

LOTEROS

Respecto a la queja de los loteros, Martínez apuntó que el 60% ya se han pasado al contrato mercantil y que no entiende la oposición ya que Loterías es una empresa y ha dejado de ser un ente público. "Una sociedad anónima no puede tener contratos administrativos por definición", aclaró el presidente de Loterías.

Se trata de una modificación de contrato que "nada tiene que ver con la privatización" más allá de que al cambiar el régimen de Loterías, como empresa no puede mantener "contratos administrativos", que son los que rigen actualmente en la relación de Loterías y los loteros.