La Comisión Europea (CE) descarta que pueda acelerar la evaluación de los planes de recuperación nacionales para aprobarlos en menos de los dos meses que tiene de plazo, algo que habían solicitado España y otros países de la Unión Europea para recibir cuanto antes las ayudas del fondo de reconstrucción.
Esto hace difícil que los primeros planes puedan recibir luz verde en el consejo de ministros de Economía y Finanzas del 18 de junio, como sugirió ayer el primer ministro portugués, António Costa, cuyo país preside este semestre el Consejo de la UE y es el único que ha enviado formalmente su plan a Bruselas.
La tramitación comunitaria
Una vez la Comisión dé su visto bueno, los Estados miembros tienen otras cuatro semanas para decidir si aprueban el plan, tras lo cual cada Estado tiene que firmar un acuerdo de financiación con el Ejecutivo comunitario, lo que eleva a tres meses todo el proceso.
Bruselas, que de momento solo puede estudiar el plan portugués, espera que una "docena" de países envíen sus planes de recuperación la semana próxima, antes de la fecha límite fijada inicialmente el 30 de abril, explicó otro funcionario. La Comisión Europea espera empezar a emitir la deuda (800.000 millones de euros, en precios corrientes) para financiar el fondo en junio o julio, dependiendo de cuándo ratifiquen todos los Estados miembros la legislación necesaria -faltan diez por hacerlo- y que los primeros pagos a los países lleguen como pronto en julio.
El plan de España, pendiente
España, que recibirá 140.000 millones de euros del fondo de reconstrucción, prevé enviar formalmente su plan la semana próxima y recibir las primeras transferencias directas en julio.
Además del anticipo de unos 9.000 millones de euros, España podrá recibir este año un segundo desembolso para completar los 27.000 millones de euros que ha presupuestado el Gobierno en 2021 para el plan, puesto que ya se han cumplido algunas metas.