Los tres días que Bankia vivió peligrosamente arrancan el viernes. La entidad presenta ante la CNMV sus cuentas sin auditar. La consultora Deloitte no quiere avalar con su firma las cifras. Por la tarde, de urgencia, el Ministro de Economía reune en su despacho a Emilio Botín(banco Santander),Francisco González (BBVA) Isidro Fainé (La CaIXA) y a Rodrigo Rato. Los grandes de la banca exigen una solución para Bankia. La presión de los mercados no distingue entre entidades.
Rato escucha cómo le proponen a Igancio Goirigolzarri como número 2 de la entidad. El sábado, el que en su día fuera número dos del BBVA con problemas, lanza un órdago: "O soy presidente de la entidad o no acepto el cargo".
El domingo, Mariano Rajoy llama a Rato. Este entiende que dimitir es la opción que le queda. Una decisión que toma ayer pocas horas después de escuchar a Mariano Rajoy.
Bankia ya recibió casi 4.500 millones de euros en 2010 en ayudas públicas. Descartada su fusión con otra entidad, sólo quedaba aportar capital. Ahora podría necesitar otros 7000 millones para sanear su lastre en ladrillo, que supera los 37.000 millones de euros. El viernes sabremos cómo