Turismo y tecnología se dan la mano para afrontar los retos del sector | ARCHIVO
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El sector turístico cambia al ritmo de la tecnología y los viajeros cambiamos también con él. Por eso nos preguntamos cómo será el turismo que viene. La respuesta está en cuatro tendencias: sostenibilidad, digitalización, personalización e innovación. Son los pilares sobre los que el sector construye el camino hacia una reconversión acelerada por la pandemia del coronavirus.

Si elaboramos un retrato tipo del turista que seremos, nos encontramos con un cliente que utiliza la tecnología como principal recurso para diseñar y disfrutar de sus viajes, que es consciente de la huella ambiental que deja en los destinos, y que demanda experiencias a medida, con servicios y trato personalizados.

Por su parte, la empresa turística se enfrenta a un modelo de negocio híbrido, cada vez más digitalizado; se apoya en el análisis de datos para dar respuesta a una demanda que busca experiencias únicas; aprovecha la tecnología para agilizar procesos, ajustar costes, reducir el impacto ambiental o planificar estrategias; y busca modelos diferenciados a través de la innovación.

“Los hoteles representan un estilo de vida para un público concreto”

“Los hoteles representan un estilo de vida para un público concreto”, asegura a Telemadrid.es Javier García Cuenca, presidente del Instituto Tecnológico Hotelero.

Todo empieza en el previaje. La búsqueda del destino perfecto se convierte en parte de la experiencia turística. Antes de llegar al destino, el turista podrá conocer cada detalle gracias a visitas virtuales cada vez más sofisticadas que le ayudarán a tomar la decisión definitiva.

El hotel Aire de Bardenas propone una experiencia única de alojamiento en una burbuja | airebardenas.com

El turista tendrá la oportunidad de interactuar con el alojamiento y con otros turistas a través de redes sociales y aplicaciones para despejar posibles dudas y hacerse una idea completa del destino.

“Las empresas del sector cada vez saben más del turista, de sus gustos y de la manera en que puede sorprenderle”, apunta Javier García.

NO ES UN VIAJE, ES UNA EXPERIENCIA

Precisamente, la capacidad de sorpresa es clave en el turismo que viene. El viaje no es solo relax y descanso, sino que forma parte de la experiencia vital, segura, cómoda y placentera. El alojamiento del futuro se pone a la altura de las circunstancias para acomodar al huésped como nunca antes lo había hecho. En la edición 2022 de Fitur se muestran algunas de estas innovaciones.

Uso e implementación de nuevas tecnologías y herramientas innovadores en Fitur 2022

Un perro robot vigilante, robots que detectan emociones, reconocimiento facial, cerraduras inteligentes, mesas interactivas, elementos decorativos de diseño con absorción acústica, elementos con reciclaje infinito, controladores de costes de energía, auto check-in, pantallas inteligentes, asistentes virtuales, robots de atención al público, además de otras innovaciones pensadas para personalizar al máximo la experiencia del cliente.

“Los hoteles van a dejar de ser un lugar donde comer y alojarse para convertirse en una experiencia”

Gracias al conocimiento previo del cliente, las empresas turísticas tienen la oportunidad de añadir valor a la experiencia, asegura Javier García: “colocando un topping personalizado en la cama del cliente; proporcionando a los huéspedes elementos de descanso como colchones o almohadas a medida de sus necesidades; añadiendo aromaterapia o una temperatura concreta…”

La tecnología está cada vez más presente en las habitaciones de los hoteles | ARCHIVO

Todo personalizable. No es lo mismo un viaje a Ibiza que a Eurodisney. Son estilos de viajes distintos, puntualiza el presidente de ITH: “Los hoteles va a dejar de ser un lugar donde comer y alojarse para convertirse en una experiencia”, sostiene.

FiturTechY, en encuentro entre el turismo y la tecnología

FITUR y el Instituto Tecnológico Hotelero promueven en su edición 2022 FiturTechY, una sección especial de la feria que, con el lema 'Regreso al Futuro', ahonda en la innovación turística y en los retos del sector.

Estará ubicada en el pabellón 10, y contará con cuatro foros simultáneos y especializados en el ámbito de la empresa (#techYnegocio), la gestión de destinos (#techYdestino), la sostenibilidad (#techYsostenibilidad)  y las tendencias de futuro (#techYfuturo), en los que se darán cita más de 200 ponentes de ámbito internacional.

Redacción

GAMING, INTELIGENCIA ARTIFICIAL, REALIDAD AUMENTADA...

La tecnología juega un papel fundamental en este proceso de cambio hacia el turismo del futuro. Una experiencia óptima del turista en su alojamiento pasa ineludiblemente por las comodidades que proporciona la conectividad a través de pantallas integradas en espejos, o en las propias pantallas multimedia con acceso a televisión y aplicaciones del cliente.

También gracias a dispositivos de realidad virtual y realidad aumentada para experimentar visitas virtuales en la propia habitación o para crear un entorno gamer con el objetivo de entretener a niños y jóvenes, más allá de las atracciones clásicas de los resort.

Los cambios que vienen a la Plaza Mayor de Madrid

LA RESPONSABILIDAD DEL TURISMO

De igual manera, el sector, junto con las instituciones y administraciones, se encuentra ante el reto de dar respuesta a la 'cara b' del turismo, que genera tensiones en los destinos. Es el caso de la gentrificación o el impacto social.

Para Javier García, se trata de un problema de planificación y visión de las grandes ciudades: “Hay fenómenos disruptivos como la gentrificación, que produce una menor oferta de pisos para vivir y un aumento de los precios de alquiler. Los destinos tienen que detectar estos fenómenos para planificar estrategias que los eviten”, explica el presidente del Instituto Tecnológico Hotelero.

La empresa turística tiene además el reto de diseñar espacios que ofrezcan algo más que funcionalidad y se ocupen también del impacto ambiental, por ejemplo a través de la elección de materiales, la gestión eficaz de recursos como el agua, la eficiencia energética, el uso de renovables o la gestión de residuos.

Un ejemplo. El Svart hotel, en Noruega, el primer resort que genera su propia energía limpia, sin conexión a la red. Una experiencia a los pies de un glaciar donde contemplar auroras boreales, que pretende inspirar a viajeros concienciados con el respeto a la naturaleza.

Este enfoque ético del turismo implica también la conservación del destino y sus valores únicos, así como la generación de riqueza y progreso para todos, según establece la Organización Mundial del Turismo, alineada con la Agenda 2030 de la ONU.