20.000 personas evacuadas por la actividad del volcán Mayón en Filipinas
La agencia de sismología de Filipinas advierte de que la actividad volcánica podría persistir durante unos meses
La última erupción del Mayón se produjo en 2018, cuando más de 75.000 personas tuvieron que ser evacuadas
Un total de 20.267 personas han sido evacuadas por el riesgo que supone la erupción del volcán Mayón, que está provocando explosiones y fuentes de lava que mantienen el nivel de alerta en grado tres, según las autoridades filipinas.
"Basándonos en nuestras experiencias anteriores, esta actividad volcánica puede persistir durante unos meses", advirtió este martes en una entrevista con el medio local Radio DZMM el director de la agencia sismológica de Filipinas (Phivolcs), Teresito Bacolcol.
Bacolcol añadió que los desplazados deberían prepararse para estar alejados de sus hogares durante semanas o meses, mientras alertó de la posibilidad de nuevas evacuaciones si la erupción del volcán Mayón, al noreste del archipiélago, crece en intensidad.
El volcán, que ha escupido una lengua de lava de más de 500 metros, se encuentra en el nivel 3 de alerta, de un máximo de 5.
Debido a la incierta duración de la erupción y la organización de los desplazados, que de momento solo afecta a las aldeas y asentamientos situados a menos de 6 kilómetros del Mayón, crece la preocupación entre las autoridades locales.
En la localidad de Santo Domingo, donde decenas de personas han sido evacuadas, algunas familias desplazadas alertaban de la escasez de agua y comida, e instaban a las autoridades a proveer a las mismas con más víveres.
Cerca de allí, en el barangay (barrio) San Franciso, algunos vecinos huyeron la víspera montaña abajo ante la lluvia de ceniza que cayó sobre sus hogares, que causó varios derrumbes por la acumulación de ceniza en sus frágiles casas.
Según publicó Phivolcs en su informe diario, la actividad sísmica del volcán se redujo ayer a un solo terremoto, el domingo pasado hubo 21, mientras se registraron 221 episodios de caída de rocas volcánicas y aumentó la emisión de dióxido de sulfuro.
Además, Phivolcs añadió el riesgo de aludes de tierra o lahares, avalanchas de ceniza, barro y sedimento que escupe el Mayón y se acumulan en las laderas del volcán.
El volcán Mayón, debido a la belleza de su forma cónica casi perfecta, es también uno de los grandes atractivos turísticos de la zona.
Su última erupción se produjo en 2018, cuando más de 75.000 personas tuvieron que ser evacuadas. La erupción mas letal del Mayón se produjo en 1841, cuando unas 12.000 personas perecieron enterrados por ríos de lava y caída de rocas volcánicas, según estimaciones de la época.
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