Las minas artesanales en la República Democrática del Congo dan trabajo a millones de personas del país y suponen uno de las principales fuentes de ingresos, pero las condiciones en las que se trabaja son extremadamente peligrosas y mortales.
Las minas del Congo son ricas en recursos naturales valiosos, como el cobalto, el oro y el coltán, utilizados en la fabricación de teléfonos móviles, ordenadores y otros productos electrónicos. Sin embargo, detrás de estos productos se esconde una crisis humanitaria en la sombra, marcada por la explotación laboral y los peligros mortales que enfrentan los trabajadores en las minas.
Según informes de organizaciones de derechos humanos, incluyendo Amnistía Internacional y Human Rights Watch, las minas del Congo están marcadas por condiciones laborales peligrosas, incluyendo la falta de equipo de protección personal, largas horas de trabajo, trabajo infantil y salarios bajos.
Pero el peligro más mortal en las minas del Congo son los derrumbes. Cada año, cientos de trabajadores mueren en derrumbes en las minas, y muchos más quedan heridos. Los trabajadores no tienen capacitación en seguridad minera, y las empresas no invierten en infraestructuras seguras.
En redes sociales se ha hecho viral un vídeo en el que se muestra el gran peligro que supone este trabajo. En él se puede observar como decenas de personas salen de la mina ante un derrumbe que podría dejarlos a todos sepultados dentro.
Los derrumbes pueden ser causados por la inestabilidad de las paredes de la mina, la sobrecarga de las galerías y la falta de mantenimiento adecuado al estar mal construidas y no contar con las medidas de seguridad adecuadas.