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Salvador Ramos, un joven estadounidense de 18 años, es el autor del tiroteo en la escuela primaria Robb Elementary School de Uvalde (Texas, EEUU), a unos 136 km al oeste de San Antonio, que se ha cobrado la vida de 19 niños y dos maestras.

El Washington Post y la CNN han explicado que, según sus amigos, Salvador Ramos, nacido en Dakota del Norte pero residente en Uvalde, era un joven solitario que sufrió acoso escolar a través de las redes sociales porque era tartamudo. Creció en un entorno violento, en especial con su madre, y había desarrollado recientemente comportamientos agresivos contra compañeros y desconocidos.

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A medida que crecía, los problemas en el hogar se hicieron más agudos y más evidentes para los vecinos, ha manifestado una de sus vecinas, Becky Flores. Describió haber visto a la Policía en la casa y presenciado enfrentamientos entre Ramos y su madre.

El monstruo de Texas vivía con sus abuelos, estaba desempleado, sin amigos, sin novia, sin antecedentes penales y sin afiliación a pandillas tampoco.

Salvador Ramos "apareció un día con la cara llena de cortes, me dijo que se había cortado la cara con cuchillos una y otra vez por diversión".

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Uno de sus amigos, Santos Valdez Júnior, ha asegurado al Washington Post que Salvador Ramos "apareció un día con la cara llena de cortes, me dijo que se había cortado la cara con cuchillos una y otra vez por diversión".

Santos cuenta también que a Salvador le gustaba ir en el coche disparando a la gente con una pistola de balines y otras veces les lanzaba huevos.

Stephen García, amigo de Salvador Ramos en octavo grado, dijo que no lo tenía fácil en la escuela: "Le acosaban mucho. Por las redes sociales, por los juegos, por todo. Era un chico simpático, más tímido. Solo necesitaba salir de su caparazón".

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Otros alumnos se burlaban de él por la ropa que vestía y por la situación de vulnerabilidad económica de su familia. Estas mofas llevaron a Ramos a dejar de asistir al colegio. "No quería ir a clase y, simplemente, lo fue dejando poco a poco. Rara vez venía, ha contado el que fuera su compañero. Comenzó a vestir todo de negro y grandes botas militares. Se dejó crecer el pelo largo.

Antes de la masacre, Salvador Ramos disparó a su abuela después de una pelea doméstica y se subió a una furgoneta negra para dirigirse a la escuela primaria Robb Elementary School de Uvalde, a escasos metros.

Según la Policía, el joven iba armado con un rifle y tenía puesto un chaleco antibalas. Lo que pasó después ya forma parte de la historia negra de Estados Unidos.

Se atrincheró con todas las víctimas antes de matarlas

Una vez en la escuela, se atrincheró junto a sus víctimas en un salón de actos antes de ejecutarlas. Se parapetó en torno a sus víctimas y les disparó, matando a dos maestros y a 19 niños.

Era un salón de actos pequeño, donde habría entre 25 y 30 estudiantes. Todos juntos, sin ningún lugar a donde escapar.

Anunció sus intenciones en Facebook media hora antes de la masacre

El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha reconocido que el atacante describió en Facebook los pasos que estaba siguiendo ese día. Unos 30 minutos antes de la matanza, Salvador Ramos, escribió en la red social: "Voy a disparar a mi abuela".

Instantes después, completó otra publicación: "Ya disparé a mi abuela". Abbott, que ha dado más detalles de esa primera agresión, ha señalado que Ramos disparó en la cara de la mujer, de 66 años, quien aun así logró llamar a la Policía para avisar de que el joven se dirigía hacia la escuela.