El vicepresidente de la Asociación Nacional del Rifle, Wayne LaPierre, reiteró su compromiso con la libertad para portar armas y aseguró una "larga batalla" para proteger los derechos de los ciudadanos que están "asediados" por la Administración del presidente Barack Obama.
"Estamos en medio de una lucha que solo se produce una vez cada generación por lo que nos importa. Tenemos la oportunidad de asegurar nuestra libertad, o perderla para siempre", afirmó LaPierre durante el segundo día de la convención anual del organismo.
Cerca de 70.000 miembros y simpatizantes de la NRA colmaron hoy el centro de convenciones George R. Brown de Houston para asistir a los seminarios y conferencias organizados por el principal grupo de presión pro armas del país.
El vicepresidente cargó contra las iniciativas de control de armas impulsadas por Obama y varios legisladores, y celebró que la reciente propuesta de prohibición de cargadores de alta capacidad y la instauración de un sistema federal para revisar el historial de los potenciales compradores fuese rechazado por el Senado.
Por su parte, James Porter, quien será el nuevo presidente de la NRA a partir de la próxima semana, dijo que Obama está "amenazando a todos los senadores demócratas que apoyan a la organización". Y alertó, en este sentido, que habrá una nueva arremetida en el Senado para aprobar leyes de control de las armas por lo que instó a los miembros a pelear y mantener la influencia política de cara a las elecciones de legislativas de 2014.
Entre las múltiples actividades organizadas, se encuentran pruebas de tiro, cursos sobre defensa personal y actos de recaudación de fondos.
PROTESTAS DE LOS FAMILIARES DE LAS VÍCTIMAS
Un pequeño grupo de familiares de personas fallecidas a causa de la violencia de las armas de fuego protestaba a las afueras contra la convención y aseguraba que las manos de muchos de los participantes "estaban manchadas de sangre".
Heather Ross, una de las activistas, leía la interminable lista de muertos por armas de fuego en lo que va de año y que ya ha superado las 3.000 personas.
LaPierre se refirió también al reciente atentado en Boston en el que murieron tres personas y cerca de 280 resultaron heridas al explotar dos bombas cerca a la línea de meta del maratón de la ciudad.
"¿Cuántos bostonianos desearían tener una pistola hace dos semanas? Boston es la prueba. Cuando los valientes agentes policiales hicieron su trabajo en la ciudad, los tipos buenos con pistolas detuvieron a los terroristas con pistolas", subrayó.
El vicepresidente de la NRA se refería a la detención final por parte de la policía del presunto coautor del atentado, el joven Dzhokhar Tsarnaev de 19 años, tras esconderse en una barca a las afueras de la ciudad.
LaPierre agregó, asimismo, que desde las últimas masacres ocurridas en el país como la del cine de Aurora en Colorado o la escuela de Newtown el número de miembros de la NRA ha aumentado notablemente.
Por la reunión, que culmina este lunes, han pasado conocidos líderes conservadores que han defendido la segunda enmienda de la Constitución de EE.UU. que consagra el derecho a llevar armas, entre ellos la exgobernadora de Alaska y excandidata vicepresidencial republicana Sarah Palin.
La convención de este año de la NRA, que cuenta con cerca de cuatro millones de afiliados y oficinas en casi todos los estados del país, lleva por título en esta ocasión "Levántate y lucha".
Según la asociación National Shooting Sports Foundation, la industria de armamento ha registrado continuos incrementos en los últimos años y se estima que mueve anualmente más de 13.000 millones de dólares.