El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, exculpó al Kremlin del ataque cibernético que permitió la publicación de los correos electrónicos de la candidata demócrata a la presidencia de Estados Unidos, Hillary Clinton.
"Clinton ha declarado, falsamente, en numerosas ocasiones que 17 agencias estadounidenses consideran que Rusia es la fuente de nuestras publicaciones. Esto es falso", dijo Assange en una entrevista difundida hoy por el canal de televisión ruso RT.
Assange, que colabora desde hace años con RT, uno de los pilares de la máquina de propaganda del Kremlin que emite en inglés, español y árabe, acusó a Clinton y sus asesores de "proyectar una histeria neomacartista de que Rusia es responsable de todo". "Podemos decir que el Gobierno de Rusia no es la fuente", dijo Assange desde la Embajada de Ecuador en Londres, donde se encuentra refugiado desde hace cuatro años.
Además, aseguró que lo lamenta mucho por Clinton, a la que ve como "alguien a quien sus ambiciones la comen viva, a tal punto que llega a caer enferma", en alusión al famoso desvanecimiento que sufrió durante la campaña electoral. Con todo, adelanta en la entrevista que al candidato republicano, Donald Trump, no le permitirán ganar las elecciones del próximo martes.
En los últimos meses, WikiLeaks ha publicado más de 30.000 correos electrónicos de Clinton de un servidor privado que empleó cuando era secretaria de Estado. El portal también divulgó cerca de 20.000 correos electrónicos enviados y recibidos por miembros del Comité Nacional Demócrata (DNC), en los que queda en evidencia la actitud despectiva de la cúpula del partido hacia Bernie Sanders durante las primarias.
Desde un principio, Clinton y sus asesores acusaron a Rusia de piratear sus correos y de estar detrás del ciberataque cometido contra el DNC con el objetivo de suministrar munición a WikiLeaks y beneficiar a Trump.
"Sabemos que los servicios de inteligencia rusos, que son parte del Gobierno ruso, que está bajo el control firme de (el presidente) Vladímir Putin, piratearon al DNC", aseguró.
Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró que internet no puede convertirse en "el salvaje Oeste", después de reunirse en septiembre con el jefe del Kremlin en la cumbre del G20 en China.
En respuesta, Putin acusó a Clinton de intentar "desviar la atención" sobre el contenido de dichos mensajes y los "problemas reales" que aquejan a la sociedad norteamericana con cortinas de humo como las "histéricas" acusaciones de ciberataques rusos.
Además, tachó de "completa tontería" asegurar que Trump es el "candidato de Moscú", aunque manifestó que, en su opinión, representa los intereses de aquellos norteamericanos que están "hartos" de las élites que gobiernan en Washington desde hace décadas.
A lo máximo que ha llegado Rusia es a admitir que los háckers que piratearon la DNC demócrata alquilaron de manera anónima los servidores de la empresa rusa King Servers, con sede en Siberia.
Mientras, Edward Snowden, el antiguo analista de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU asilado en Rusia, añadió más leña al fuego al criticar también a Clinton por violar las reglas en el manejo de información clasificada. "Viola las reglas de clasificación (de documentos secretos) en beneficio público y puedes acabar en el exilio. Hazlo en beneficio propio y puedes llegar a ser presidente", ironizó en Twitter sobre su propia situación.
A mediados de octubre, el vicepresidente de EEUU, Joe Biden, adelantó que Washington prepara una respuesta contra Rusia por haber lanzado ciberataques para influir en las elecciones estadounidenses y que el objetivo es que tenga el "máximo impacto" posible. Al respecto, el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, aseguró hoy que Moscú está tomando las medidas necesarias para protegerse de un posible ciberataque norteamericano.
"Disponemos de suficientes recursos para controlar posibles actos hostiles en el espacio cibernético. Si se dan tales pasos, evidentemente será un nuevo y muy grave revés para las relaciones entre Moscú y Washington", advirtió. Coincidiendo con la recta final de la campaña electoral en EEUU, Putin concedió hoy la ciudadanía rusa al estadounidense Steven Seagal, actor, productor y músico conocido por su apoyo al bando republicano.
Seagal, admirador declarado de Putin, a quien ha descrito como "uno de más grandes líderes mundiales", ofreció en su momento un concierto en la península de Crimea, cuya anexión por parte de Rusia en 2014 apoyó públicamente.