El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, pidió que la República Centroafricana siga el camino de la paz, y expresó su "preocupación" por la situación de conflicto en un mensaje de radio y televisión que difundió para la población de este país.
"Hay demasiadas personas que tienen miedo y están al borde la ruina. Hago un llamamiento para que todos sigan el camino de la paz", dijo el secretario general.
Ban afirmó que el derramamiento de sangre "debe parar" y que las voces del odio no creen "una división que nunca existió" entre los habitantes del país.
Independientemente de la fe o los antecedentes que tenga cada centroafricano, "todos ellos comparten la misma historia y el mismo futuro" y los líderes religiosos y comunitarios del país, ya sean musulmanes o cristianos, "deben actuar como mensajeros de paz", recalcó.
Además, Ban advirtió a "aquellos que cometen atrocidades y crímenes contra la humanidad", a los que dijo que "el mundo está observando" los acontecimientos en ese país.
El secretario general recalcó que Naciones Unidas "se ha comprometido a ayudar al país para recuperarse de la crisis", e hizo hincapié en que las tropas africanas y francesas ya están sobre el terreno y que llegarán más para restaurar el orden.
"Estamos trabajando para proporcionar alimentos, refugios y medicinas", dijo Ban en referencia a la labor de Naciones Unidas en el país.
Después de que la semana pasada el Consejo de Seguridad de la ONU autorizara una intervención francesa para restablecer el orden en el país, París tiene 1.600 soldados desplegados en la República Centroafricana.
A ellos se unen unos 3.000 militares africanos, que tienen como misión acabar con las refriegas entre los partidarios del actual presidente interino, Michel Djotodia, de confesión musulmana, y su antecesor, Michel Bozizé, de fe cristiana.