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El senador Bernie Sanders ha hallado en la costa oeste de EEUU a su mejor aliado en esta campaña de primarias, con una nueva victoria en Oregón sobre su rival Hillary Clinton que se suma a las otras cosechadas en la zona y que espera que le sirvan de trampolín para imponerse en California.

Sanders ganó en Oregón, de tendencia fuertemente progresista, imponiéndose en sus grandes ciudades como Portland, Salem y Eugene, lo que le valió la mayoría de los 61 delegados en juego y compensó el virtual empate alcanzado con Clinton en Kentucky, el otro estado de la noche de hoy donde votaban los demócratas.

En Kentucky, la exsecretaria de Estado fue declarada ganadora "no oficial" por parte de las autoridades electorales locales, pero el margen por el que se impuso en el primer recuento fue tan estrecho (poco más de un millar de votos) que podrán pasar días hasta que se declare un ganador oficial.

En el bando republicano no hubo sorpresas y el magnate inmobiliario Donald Trump, el único precandidato que queda en esas primarias y virtual nominado del partido a las elecciones presidenciales de noviembre, ganó los comicios celebrados en Oregón.

La de hoy fue la tercera victoria de Trump en unas primarias después de la retirada de sus dos últimos rivales, Ted Cruz y John Kasich, tras ganar la semana pasada, también en solitario, las elecciones en Virginia Occidental y Nebraska.

Tras las votaciones de hoy, cada vez quedan menos citas electorales en las primarias de EEUU y cada vez lo tiene más complicado Sanders para alcanzar los 2.384 delegados que necesita para lograr la nominación de forma automática en la convención del partido que se celebrará en julio en Filadelfia (Pensilvania).

En Kentucky, el virtual empate significa que los delegados que había en juego en ese estado se repartirán prácticamente al 50% entre él y Clinton, mientras que en Oregón, su victoria fue por menos de 10 puntos de diferencia, por lo que aunque conseguirá más delegados que la exsecretaria de Estado, la diferencia no será significativa.

Todas sus esperanzas pasan, por tanto, por lograr una victoria contundente en el último estado de la costa oeste que falta por votar, California, el más poblado del país, donde están en juego 475 delegados y cuyos electores acudirán a las urnas el próximo 7 de junio.

"CNN ha proyectado a Bernie Sanders ganador en Oregón. Logramos una gran victoria en Washington, acabamos de ganar en Oregón... y ganaremos en California. ¡Me está gustando la costa Oeste!", exclamó el propio Sanders en medio de un mitin en Carson (California) al conocer que había ganado en Oregón.

Los más de 10.000 asistentes al evento explotaron entonces al grito de "¡Bernie, Bernie!". En el oeste de EEUU, Sanders se ha impuesto a Clinton en el estado de Washington, Oregón, Idaho, Alaska, Utah y Hawai, mientras que la exprimera dama sólo se ha llevado Arizona y Nevada.

Mucho más reñida fue la contienda en Kentucky, donde a diferencia de lo que ocurre habitualmente, tuvo que salir en directo en televisión la secretaria de Estado estatal, la demócrata Alison Lundergan Grimes, encargada de organizar y supervisar las citas electorales, para declarar a Clinton "ganadora no oficial".

Con prácticamente el 100% de los sufragios escrutados, esta le sacaba unos 1.800 votos al senador por Vermont, y el margen es tan estrecho (212.318 votos para Clinton y 210.505 para Sanders) que probablemente el ganador oficial no se conocerá hasta dentro de unos días e incluso podría exigirse un recuento.

De hecho, la campaña de Sanders ya avisó de que está "estudiando" pedir un recuento, aunque, en cualquier caso, ambos precandidatos se repartirán casi a la mitad los 55 delegados que hay en juego.