El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo este jueves que no tiene remordimientos sobre su gestión de documentos clasificados, poco más de una semana después de que el Departamento de Justicia nombrara a un fiscal especial para investigar el tema.
"Creo que no van a encontrar nada, no tengo remordimientos; estoy siguiendo lo que los abogados quieren que haga", dijo el mandatario a reporteros durante una visita a California y agregó que espera que todo se resuelva "lo antes posible".
Biden se encuentra en el punto de mira después de que se conociera que conservó irregularmente una serie de papeles clasificados en su domicilio y en su oficina cuando era vicepresidente (2009-2017) de Barack Obama.
El pasado sábado, la Casa Blanca confirmó que encontró un tercer lote de documentos en la casa del presidente en Delaware (EE.UU.), en una búsqueda que hizo su abogado, Richard Sauber.
Días antes, el fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, designó a un fiscal especial para que estudie todos los papeles clasificados que han sido encontrado en domicilios y oficinas de Biden.
La situación recuerda, aunque con muchas diferencias, a los papeles clasificados encontrados en la mansión del expresidente Donald Trump. El expresidente está siendo investigado por el Departamento de Justicia por acumular documentos clasificados en su residencia de Mar-a-Lago (Florida), que fueron descubiertos tras una redada del FBI.
Ni Trump ni Biden deberían haber tenido en su poder documentos clasificados de sus respectivas Administraciones ya que la ley obliga a que todos los registros presidenciales sean entregados a los Archivos Nacionales, pero la posesión de estos documentos de por sí no es delito si no se demuestra que fueron ocultados a sabiendas.
La oposición republicana en el Congreso ha aprovechado la situación para criticar al gobierno Biden y pidió en una carta dirigida al fiscal Garlanda que entregue una serie de documentos relacionados con la investigación de Biden antes del 27 de enero y destacan el hecho de que los documentos se descubrieron justo antes de las elecciones.
Aunque el caso no se ha conocido hasta esta semana, fue el 4 de noviembre, cuatro días antes de las elecciones de medio mandato, cuando la oficina del inspector general de Archivos Nacionales se comunicó con el Departamento de Justicia y le informó que la Casa Blanca había encontrado documentos clasificados.