Bielorrusia celebra unas elecciones parlamentarias repudiadas por la UE
La oposición ha retirado a sus candidatos
El partido del presidente Alexander Lukashenko se alzará con la victoria, con toda probabilidad, en las elecciones parlamentarias que se celebran este sábado y que han sido condenadas por instituciones como Amnistía Internacional o la UE, que podría ampliar las sanciones que pesan actualmente sobre la exrepública soviética dependiendo de las conclusiones de los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que supervisarán el desarrollo de los comicios.
Se tiene constancia del arresto de opositores en los días previos a las elecciones y nadie descarta que Lukashenko haga otra demostración de fuerza como la que tuvo lugar en los comicios presidenciales de 2010, cuando el presidente ordenó el arresto de varios candidatos y manifestantes de la oposición, ahora fragmentada, y que se ha limitado a pedir el boicot de los comicios.
Las organizaciones internacionales que suelen supervisar las elecciones en Bielorrusia han criticado el desarrollo de todos los comicios desarrollados desde 1995. Así, Amnistía Internacional ha publicado un informe en el que denuncia arrestos de activistas de oposición en las manifestaciones contra Lukashenko celebradas a principios de mes en Bielorrusia, donde la ONG ha observado "un deterioro sin precedentes de la situación de los Derechos Humanos" desde los comicios de 2010.
Entre los detenidos se encuentran el activista Yahor Viniatski, condenado a siete días de "detención administrativa", dos miembros de las juventudes de oposición a Lukashenko, el grupo Zmena. Además, varios periodistas han denunciado agresiones de la Policía durante una concentración celebrada el pasado martes.
Para el subdirector de AI para Europa y Asia Central, David Diaz-Jogeix, "el uso de la detención administrativa es otro intento más de silenciar a la oposición y las voces críticas en Bielorrusia".
VACACIONES PARA VOTAR
Para incitar al voto, las autoridades han anunciado un programa de "festividades" que la oposición ha intentado aprovechar para disuadir a los potenciales votantes. Sea cual sea el resultado de los comicios, la cámara seguirá siendo un organismo con competencias meramente ceremoniales y supeditado en todo momento al poder de Lukashenko.
El Gobierno bielorruso ha asumido, al menos formalmente, las numerosas críticas recibidas y recuerda que los cambios introducidos en la legislación electoral han facilitado la participación de los candidatos. "Parece que la democracia no es del gusto de todos", declaró la presidenta de la Comisión Central Electoral, Lidiya Yermoshina, a la cadena oficial Belarus 1 a principios de semana.
El representante permanente del país ante la OSCE, Valeri Voronetski, ha defendido que este año se ha presentado un 25 por ciento más de candidatos con respecto a las legislativas de hace cuatro años gracias a la simplificación de la ley electoral, y que las únicas irregularidades registradas hasta ahora son de carácter aislado y basadas principalmente en la falsificación de avales electorales.
LLAMADA AL BOICOT
Los dos principales partidos de oposición, el Partido Cívico Unido y el Frente del Pueblo Bielorruso, han anunciado que boicotearán las elecciones parlamentarias de este domingo y han invitado a los ciudadanos a "ir a pescar o visitar a sus padres" en lugar de ir a las urnas.
Actualmente no existe una oposición organizada en el Parlamento, que esencialmente se dedica a ratificar las políticas de Lukashenko, ya que ninguna de estas dos formaciones están representadas.
"La gente honesta no puede participar en las pseudo-elecciones a un Parlamento falso", ha defendido Anatoli Lebedko, líder del Partido Cívico Unido, durante un mitin en el que la formación anunció que retiraba a sus 38 candidatos de los comicios.
"Sé que no seré elegido y no es de ninguna manera porque la gente no votará para mí", ha afirmado Grigoriy Kostusev, 'número dos' del Frente del Pueblo Bielorruso, que también optó por retirar a sus 31 candidatos.
Analistas consultados por Reuters lamentan la fragmentación existente entre las filas de la oposición y la ausencia de un líder carismático capaz de aglutinar a los críticos al presidente.
"Aunque las autoridades aflojaran las tuercas, dudo mucho que la oposición que quede en el Parlamento consiga ser algo más que meros descastados sociales. No hay personalidades brillantes y fuertes capaces de triunfar", explicó el analista Alexander Klaskovski, para el que la oposición está "virtualmente rota", sin recursos y sin programa político.
"Bielorrusia en su laboratorio de opresión y dictadura, incomparable a cualquier otro caso en Europa. Y está en Europa. Es la vergüenza" del continente, lamentó el europarlamentario polaco Jacek Saryusz-Wolski en declaraciones a EurActiv.
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