Al menos 91 personas -entre ellas 60 mujeres y niñas- han sido secuestradas en el noreste de Nigeria por supuestos miembros de la secta radical islámica Boko Haram, que mantiene retenidas a más de 200 menores desde el pasado abril, según informaron las autoridades locales y patrullas vecinales.
El grupo terrorista efectuó este nuevo secuestro durante una serie de ataques cometidos entre el jueves y el domingo pasados contra varias localidades aisladas del estado de Borno, si bien la noticia trascendió. El secuestro se produjo en el área de Damboa, situada a unos 150 kilómetros de la capital de Borno, Maiduguri, confirmó un representante del gobierno local al rotativo Leadership, que no quiso revelar su identidad.
Noventa y una personas fueron secuestradas, según un portavoz de las patrullas vecinales, Aji Jalil. "Las mujeres fueron secuestradas entre el jueves y el domingo en las localidades de Kummabza, Yaga y Dagu, todas ellas en la demarcación de Damboa, en el estado de Borno", precisó Jalil.
Entre los secuestrados se encuentran "más de 60 mujeres casadas y chicas jóvenes" y "31 hombres jóvenes", todos ellos raptados por "terroristas de Boko Haram", según este vecino de la zona. En el asalto también murieron cuatro residentes que intentaron escapar y fueron tiroteados, añadió el portavoz vecinal.
El portavoz de la Policía de Borno, Gideon Jubrin, aseguró no tener constancia del secuestro. "La comisaría no ha recibido ningún informe sobre un secuestro de mujeres o chicas, pero seguiremos investigando si conseguimos algo", declaró el agente. El pasado 14 de abril, Boko Haram secuestró a más de 200 niñas de la escuela de Chibok, también en el estado de Borno, la mayoría de las cuales continúa en paradero desconocido.
Boko Haram, que significa en lenguas locales "la educación no islámica es pecado", lucha por imponer un Estado islámico en Nigeria, país de mayoría musulmana en el norte y predominantemente cristiana en el sur. El grupo terrorista ha asesinado a 12.000 personas y ha herido a otras 8.000 en los últimos cinco años, según las autoridades nigerianas.
Desde que la Policía acabó en 2009 con el entonces líder de Boko Haram, Mohamed Yusuf, los radicales mantienen una sangrienta campaña que se ha intensificado en los últimos meses. Con unos 170 millones de habitantes integrados en más de 200 grupos tribales, Nigeria, el país más poblado de África, sufre múltiples tensiones por sus profundas diferencias políticas, religiosas y territoriales.