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La Unión Europea (UE) se comprometió a conceder 3.000 millones de euros a Turquía para los más de 2,2 millones de refugiados sirios que acoge, así como a acelerar el proceso de adhesión del país y la liberalización de visados, a cambio de que Ankara contenga la inmigración irregular hacia Europa.

"La UE se compromete a conceder 3.000 millones de euros iniciales", señala la declaración que ambas partes sellaron en su cumbre de hoy y en la que también se apunta a la apertura a mediados de diciembre del capítulo económico del proceso de adhesión y a la posible liberalización de visados para ciudadanos turcos en octubre de 2016.

La UE y Turquía acuerdan asimismo aplicar un plan de acción que ayudará a "organizar los flujos migratorios y a contener la inmigración irregular", por el cual Ankara se compromete a reforzar el control de sus fronteras, a aceptar la devolución plena de inmigrantes irregulares llegados a Europa desde su territorio para junio de 2016 y a combatir las redes criminales.

La declaración aprobada no hace referencia finalmente más que al capítulo 17 del proceso de adhesión, parado desde 2007, que se refiere a las políticas económicas, cuya apertura será abordada en una conferencia intergubernamental que se celebrará el 14 de diciembre.

Los otros cinco capítulos que quería impulsar Ankara se dejarán para más adelante, ante las reticencias que esta cuestión despierta en socios comunitarios como Grecia y sobre todo Chipre, que mantienen disputas históricas con Turquía.

La Comisión Europea se compromete, no obstante, a realizar el trabajo preparatorio necesario para el primer trimestre de 2016 con vistas a la apertura de esos capítulos, si bien serán los Estados miembros los que tendrán que tomar una decisión.

Los cinco capítulos que aún están pendientes son los dedicados a energía, justicia y derechos fundamentales, justicia y libertad, educación y cultura y políticas de defensa, casi todos ellos congelados desde 2009.

En materia de visados, la UE celebra que Turquía se comprometa a acelerar el cumplimiento de los requisitos, un total de 70 condiciones que incluyen cuestiones tan sensibles como el respeto a los Derechos Humanos, para avanzar hacia la liberalización.

El Ejecutivo comunitario presentará su segundo y tercer informe de progreso sobre esta cuestión a principios de marzo de 2016 y en otoño de ese mismo año, a fin de que los ciudadanos turcos puedan entrar sin visado en el espacio de libre circulación de Schengen en octubre de 2016.

A cambio, el acuerdo de readmisión de inmigrantes irregulares con Ankara tendrá que estar completamente operativo en junio de ese año.

La UE y Turquía acordaron también mantener "cumbres regulares dos veces al año", un paso que algunos interpretan como elevar al país al nivel de socio estratégico, pero a lo que se quita peso desde los Veintiocho.

Fuentes comunitarias precisaron que pese a que ese compromiso figura en la declaración, no se concreta el formato que tendrán esas cumbres, algo que se decidirá más adelante.