Ursula von der Leyen | EUROPAPRESS
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Ahorrar electricidad, limitar ingresos de las eléctricas y reducir los beneficios extraordinarios de las petroleras son las tres medidas temporales y urgentes que presentó hoy la Comisión Europea para aliviar la situación de carestía energética en la Unión Europea.

Ante los eurodiputados, la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, anunció una propuesta legislativa para impulsar una reducción del consumo de energía, obligatoria en las horas punta, un límite a la retribución de las renovables y la nuclear en el mercado mayorista y un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las compañías que utilicen combustibles fósiles.

“Rusia sigue manipulando activamente nuestro mercado energético. Prefieren quemar el gas que producen antes que entregarlo, el mercado ya no funciona”, dijo presidenta de la Comisión Europea durante el discurso sobre el estado de la Unión en la Eurocámara.

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AHORRO DE LUZ

La primera medida del Ejecutivo comunitario, que llega tras el acuerdo voluntario para ahorrar un 15 % de gas, pasa por reducir el consumo eléctrico de media un 10 % y que ese esfuerzo incluya “obligatoriamente” un recorte de al menos el 5 % en las horas pico donde la demanda es más alta.

"Reducir la demanda es fundamental para el éxito general de estas medidas: abarata las facturas de energía, acaba con la capacidad de Putin para convertir en un arma sus recursos energéticos, reduce las emisiones y ayuda a reequilibrar el mercado energético", dijo en rueda de prensa el vicepresidente de la Comisión Europea para el Pacto Verde, Frans Timmermans.

IMPUESTO A ENERGÉTICAS

En segundo lugar, Bruselas propone gravar los beneficios extraordinarios de las empresas activas en el sector del petróleo, el gas, el carbón y la refinería con un impuesto "excepcional y temporal” del 33 %.

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Esta “contribución de solidaridad” se aplicará sobre todo beneficio en el año 2022 superior al 20 % de las ganancias medias de los últimos tres años, aunque la propuesta deja margen a los países para que adopten un tipo incluso superior.

En España, el Congreso aprobó admitir a trámite un impuesto del 1,2 % sobre los ingresos (no los beneficios) de las grandes empresas eléctricas, gasistas y petroleras que proponen el gobernante PSOE y su aliado, Unidas Podemos.

TOPE A RENOVABLES

La Comisión Europea también propone limitar el precio del megavatio/hora a 180 euros en el mercado marginalista para las energías con bajos costes de producción para la generación eléctrica (renovables, nuclear y lignito), ya que en condiciones normales obtenían unos ingresos “significativamente menores”.

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El Ejecutivo entiende que ese precio máximo ayudaría a “minimizar el impacto” de los altos precios del gas y del carbón al tiempo que garantizaría a las eléctricas un ”retorno razonable”.

Estas dos nuevas figuras de recaudación que la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa podrían recaudar más de 140.000 millones de euros (unos 117.000 millones del tope a renovables y otros 25.000 millones del impuesto a petroleras), que se destinarán a aliviar la carga de los hogares y empresas más expuestos al alza de los precios energéticos, con medidas diseñadas a nivel nacional.

"Estas medidas sin precedentes son una respuesta necesaria", señaló Timmermans, quien agregó que esta crisis subraya "que la era de los combustibles fósiles baratos ha terminado y que debemos acelerar el cambio hacia la energía renovable de cosecha propia".

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Además de esas tres medidas principales, el Ejecutivo comunitario facilitará el despliegue de ayudas y avales públicos para compañías energéticas con problemas “serios” de liquidez y avanza en el diseño de un índice de los precios de gas “más representativo” que el TTF Dutch, de referencia en la actualidad en Europa y que “no se ha adaptado” a la situación actual.

EL GAS, PRÓXIMO CAPÍTULO

Este paquete de medidas, que los ministros de Energía de la UE intentarán aprobar el 30 de septiembre, deja fuera la idea de establecer un límite al precio de las importaciones de gas ruso por gasoducto o incluso también al que llega desde Noruega o Argelia o al gas natural licuado que llega en barcos metaneros. En paralelo, la Comisión Europea trabaja en una reforma de calado del mercado energético a más largo plazo para desvincular la generación a partir de gas de las renovables que, según Von der Leyen, llegará “al final de este año”.