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Cientos de miles de personas marcharon en silencio bajo una lluvia torrencial en Buenos Aires en demanda de Justicia y en homenaje a Alberto Nisman un mes después de la muerte del fiscal, hallado sin vida en su casa cuatro días después de denunciar a la presidenta Cristina Fernández.

La movilización, en la que participaron cerca de 400.000 personas, según fuentes de la Policía Metropolitana, transcurrió entre el Congreso y la Plaza de Mayo, frente a la sede del Ejecutivo argentino y en las cercanías de la Fiscalía que conducía Nisman, convocada por fiscales y con la asistencia de la jueza Sandra Arroyo Salgado, exesposa del fiscal, y su hija mayor.

La multitudinaria marcha, que tuvo su réplica en varios puntos dentro y fuera del país, tuvo como consigna rendir un homenaje a Nisman, quien investigaba el ataque terrorista de 1994 contra la mutualista judía AMIA y fue hallado muerto el pasado 18 de enero, en su apartamento, con un tiro en la cabeza.

Bajo una marea de paraguas, sin distinciones partidistas y con numerosas banderas argentinas, la marcha fue encabezada con una pancarta negra, llevada por los fiscales, con la leyenda "homenaje al fiscal Nisman".

El silencio dominó la movilización, solo quebrada con largos aplausos, los gritos de "¡Argentina, Argentina!", "Justicia", "Nunca más" y el himno nacional. No hubo discursos ni proclamas y los referentes de oposición que acudieron, como los precandidatos presidenciales Sergio Massa, Hermes Binner, Julio Cobos, Ernesto Sanz y Mauricio Macri, mantuvieron un bajo perfil.

Solo al final de la marcha, que transcurrió sin incidentes, tomó muy brevemente la palabra el secretario general del sindicato de trabajadores judiciales, Julio Piumato, quien, montado en un camión junto a los fiscales, pidió un minuto de silencio a la multitud congregada en la Plaza de Mayo.

Piumato habló del "dolor" causado por la muerte de Nisman y agradeció la presencia de los "cientos de miles" de argentinos que se acercaron para homenajear al fiscal y acompañar a su familia.

EL GOBIERNO ARGENTINO CRITICA EL CARÁCTER OPOSITOR DE LA MARCHA

El Gobierno argentino ha criticado el carácter opositor de la multitudinaria "Marcha del Silencio" celebrada este miércoles en Buenos Aires en recuerdo del fiscal Alberto Nisman, fallecido hace un mes en circunstancias aún sin aclarar.Según el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández, no fue "una manifestación desde el punto de vista de rendir homenaje a nadie, sino una manifestación opositora".

El funcionario consideró que "hay vocación de desestabilizar" al Gobierno de la presidenta Cristina Fernández, quien se encuentra en la recta final de su segundo y último mandato. "Sobre el reclamo de justicia que se hace, hay que recordar que el Gobierno no administra la justicia, eso corre por cuenta de los jueces", dijo el secretario general de Presidencia a los medios a su llegada a la Casa de Gobierno.

El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, lamentó las expresiones "fuertemente agresivas" pronunciadas durante la movilización contra la mandataria y aseguró que "se identificaba bajo el silencio una marcha opositora". "Detrás de cada una de estas manifestaciones existe un interés político", agregó.