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El juicio contra los 46 acusados del caso Mafia Capital, la investigación que descubrió la existencia de una extensa red criminal en Roma que se había infiltrado en el ayuntamiento y controlaba la gestión de las licitaciones públicas, comenzó hoy en la capital italiana.

Entre los imputados, detenidos en dos redadas policiales en diciembre de 2014 y en el pasado junio, hay políticos vinculados al ayuntamiento de Roma y dirigentes de entes públicos. Massimo Carminati, a quien los investigadores consideran el jefe de la red, ex terrorista de la extrema derecha, ya fue condenado por su pertenencia a la Banda de la Magliana, la primera y que se creía extinta mafia romana.

Entre los que están sentados en el banquillo de los acusados también destaca Salvatore Buzzi, empresario, conocido como el "rey" de las cooperativas -casas de acogida para madres o huérfanos o centros de inmigrantes- pero que le sirvieron para hacer fortuna gracias a la red de corrupción que había conseguido tejer en el ayuntamiento.

El abogado de Carminati, Giosue Naso, aseguró al entrar en el Tribunal de Roma que su defendido tiene intención de hablar "y de defenderse porque quiere aclarar muchas cosas". El abogado de Buzzi, Alessandro Diddi, reiteró a los medios de comunicación su intención de pactar la pena y aseguró que no se puede hablar de "mafia" sino de "malas prácticas".

Ambos, por motivos de seguridad, no se encontrarán físicamente en la sala durante todo el proceso y por tanto asistirán y testificarán mediante videoconferencia.

Entre el resto de imputados, a quienes se les acusa de corrupción, usura, extorsión y manipulación de licitaciones, entre otros delitos, se encuentran el ex dirigente del servicio de recogidas de basura de Roma (AMA), Franco Panzironi; el consejero del ayuntamiento de Roma y miembro de la mesa operativa para gestionar la inmigración, Luca Odevaine, y miembros tanto de partidos de la derecha o la izquierda como Luca Gramazio (Forza Italia) o Mirko Coratti (Partido Demócrata).

Se prevén al menos 136 audiencias, con una media de 4 a la semana, por lo que hasta el mes de julio no llegará una sentencia en primera instancia. Entre abogados defensores y de las partes civiles habrá cerca 60 letrados en la sala y se prevén centenares de testigos, entre ellos el ex alcalde de Roma, Gianni Alemanno.